Contaminación y escasez de agua en comunidades rurales

Por Jesús Ibarra,
Julio 6, 2007
Atención San Miguel

A pesar de la apariencia tormentosa del cielo en esta temporada de aguas, el agua en sí sigue siendo un tema de gran preocupación en San Miguel de Allende. La expansión de la ciudad en los últimos años ha despertado dudas sobre si el abasto de agua será suficiente para la demanda de los residentes.

El gobierno municipal y SAPASMA (Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de San Miguel de Allende), se han mostrado optimistas sobre la disponibilidad de agua a largo plazo, pero han señalado que el problema del agua está en la agricultura. Sin embargo, los residentes de las comunidades rurales se han tenido que enfrentar a problemas de escasez y contaminación de agua.

El agua de los pozos que abastecen algunas comunidades ubicadas hacia el occidente de la ciudad, cerca de la Presa Allende y sobre la cuenca del Río Laja contiene fluoruro que provoca manchas cafés en los dientes de los niños y es tóxico a altos niveles.

Las comunidades hacia el norte de la ciudad, en la carretera a Rodríguez, sufren mientras tanto de escasez de agua. El pasado mes de abril, el pozo que abastecía de agua a cinco comunidades en la zona –con un total de alrededor de 3,000 habitantes– se secó mientras varios ranchos agrícolas en el área continúan regando sus cultivos.

En el primer caso, el gobierno municipal ha empezado a proveer a las comunidades, cuya agua contiene demasiado fluoruro, con fuentes alternativas de agua potable. En el segundo caso, según el alcalde Jesús Correa, el problema de la insuficiencia de agua debe de ser atendido por la Comisión Nacional del Agua (CNA). Sin embargo, SAPASMA ha estado ayudando a las comunidades afectadas enviándoles pipas de agua y ayudándoles con los trámites para obtener el permiso de CNA para perforar un nuevo pozo.

Agua de la lluvia para beber

La preocupación por la contaminación del agua con fluoruro en algunas comunidades urgió al gobierno municipal a iniciar recientemente un proyecto para colectar el agua de la lluvia en la comunidad de Agustín González. Según Julio Bernal, encargado de supervisar la calidad del aire y del agua por parte de la Dirección de Ecología y Medio Ambiente, el proyecto surgió a partir de que se analizó el agua del pozo de Agustín González. “Encontramos que el agua tenía un exceso de fluoruro. Cada litro contiene 4 miligramos de fluoruro cuando el límite permitido por la norma de salud mexicana es de 1.5 miligramos por litro”, dijo Bernal.

La doctora Georgina Mejía Bocanegra, representante municipal de la Secretaría de Salud del Estado, dijo que el fluoruro a altos niveles es tóxico para los humanos. A niveles moderados daña el esmalte de los dientes, lo que se conoce como fluorosis dental, manchando lo dientes con un pigmento café amarilloso.

Bernal aseguró que el proyecto tuvo un costo de 321,000 pesos. “Todo los recursos económicos provienen del municipio, y actualmente estamos tratando de gestionar más recursos de la CDI (Comisión Nacional de Pueblos Indígenas) para empezar programas en otras comunidades con problemas similares”.

El sistema de recolección de agua fue construido por residentes de la misma comunidad en la Escuela Rural Federal Justo Sierra. Ilam Addler, del Instituto Nacional de Recursos Renovables, diseñador del sistema, explicó que éste consiste en canaletas de PVC fijadas al techo de la escuela, que conducen el agua de la lluvia a unos tanques en donde se filtra el agua quitándole todos los sólidos que pudiese haber arrastrado del techo, como son insectos, tierra, u hojas. De ahí el agua pasa a una cisterna de 150 metros cúbicos (15,000 litros) donde es bombeada a los bebederos de la escuela, pasando antes por otro sistema de filtros que contienen carbón activado y otra sustancia llamada KDF, que remueve cualquier olor o sabor indeseable. Según Addler esta agua es de mayor calidad aún que el agua embotellada. Añadió que después de un mes de lluvia la cisterna estará llena y habrá suficiente agua para abastecer a la escuela por al menos 11 meses, asumiendo que cada niño bebe dos litros de agua al día.

Un sistema similar fue instalado en el centro de salud de la comunidad, pero añadiéndole un sistema de ósmosis inversa que remueve el fluoruro del agua, en caso de que hubiese necesidad de llevar agua del pozo a la clínica. Según la doctora Mejía, la clínica de Agustín Gonzalez atiende a más de 3,900 residentes de 14 o 15 comunidades en la zona. “Este proyecto no es solamente benéfico para Agustín González, sino para todas las comunidades cercanas”, dijo.

Según Don Patterson, director de Ecología, se tienen planes para iniciar proyectos similares en 18 comunidades con problemas de fluoruro en el agua y su dirección está tratando de gestionar más recursos para lograrlo.

El pozo seco de Los González

Hace tres meses, el pozo que abastecía de agua a las comunidades de San Valente, Loma de la Purísima, Cerrito de los Chávez, San Agustín del Bordito y Los González, que se ubican a menos de 10 kilómetros de la ciudad, se secó, y actualmente cerca de 3,000 vecinos de dichas localidades están sin agua. “Hemos ido a CNA en Celaya, a SAPASMA y a la presidencia pero no se ha resuelto nada,” dijo Miguel Chávez, residente en Cerrito de los Chávez y miembro de la comisión de agua de las comunidades. “Cada que vamos, no resuelven nada y nos dicen que regresemos después”.

Otro residente, José Guadalupe Yáñez, dijo que se piensa que el pozo de Los González se secó debido a que un nuevo pozo se perforó en un rancho particular cercano. “Estábamos bombeando agua a 210 metros. Nos dijeron que ahora necesitaremos un pozo de 250 metros. Pero hasta donde yo sé, el pozo nuevo que se perforó en el rancho es de 400 metros”, dijo Yáñez.

Yáñez y Chávez manifestaron que les informaron en CNA que necesitan de un permiso para perforar, que cuesta 110,000 pesos, y que la perforación cuesta 500,000. “El dinero lo tenemos, lo aportarán entre todos los vecinos de las cinco comunidades, muchos de los cuales tienen parientes en Estados Unidos, pero necesitamos que CNA se de prisa con el permiso”.

Yáñez comentó que Alfonso Sautto, director de SAPASMA, prometió ayudarlos con los trámites del permiso de CNA. “Nos dijo que el trámite ya estaba en proceso, por lo que esperamos que se resuelva pronto”.
Según Yáñez y Chávez, algunos de los propietarios de ranchos particulares, así como la fábrica de champiñones, les han permitido llevar agua de sus instalaciones en lo que su situación se resuelve.

“Todos los pozos tienden a secarse –no son eternos”, dijo Alfonso Sautto. “El pozo de Los González se secó pues el nivel de los mantos en el área es de 250 metros, y este pozo tenia sólo alrededor de 200. La mayor parte de los pozos agrícolas de los alrededores bombean agua de más de 250 metros”.

Sautto explicó que el principal problema de Los González es que el permiso del pozo está vencido. “Si tuvieran su permiso vigente, hubieran podido perforar otro pozo inmediatamente”, dijo. “Tenemos otras comunidades con pozos que están a punto de tener pozo nuevo, pero ellos tienen sus permisos en regla. Rancho Bonito tendrá agua en tres semanas más, y estamos gestionando fondos para perforar un pozo nuevo en Cañada de las Flores”.
Según Sautto, ya ha hablado con Felipe Polo Hernández, director de CNA en Celaya, y el permiso para el pozo de Los González pronto será expedido, pero en tanto llega ese día, los habitantes de estas comunidades rurales seguirán sin agua mientras los truenos en el cielo anuncian otra tormenta.