Ciudadanos y organizaciones sociales se conjuran contra el calentamiento del planeta y dan ejemplo a los políticos. El éxito depende de que todos nos unamos en esta lucha.
Por Claudina Navarro y Manuel Núñez
El año 2007 pasará a la historia como el del inicio de la movilización social contra el cambio climático en todo el mundo. El cambio climático ha dejado de ser una preocupación exclusiva de ecologistas y científicos. Los cuatro informes del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), dados a conocer entre febrero y mayo, han sido concluyentes. Sus advertencias han caído como una gota malaya, sin prisa pero sin pausa, y calando hondo sobre las conciencias de los ciudadanos: si no reaccionamos, nos exponemos a sufrir desastres naturales, crisis económicas, hambrunas, migraciones, guerras, extinción de especies y enfermedades. Pero, según los expertos, estamos a tiempo de evitar o reducir las consecuencias del calentamiento. Al Gore, con su documental Una verdad incómoda y los conciertos Live Earth, ha contribuido a la concienciación a escala planetaria.
Las acciones legales emprendidas para frenar las causas del cambio climático no han sido suficientes. Por el momento, Movimiento Clima (plataforma fundada en noviembre de 2006 por WWF/Adena, Intermón Oxfam, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y CCOO), cuenta con la financiación del Ministerio de Medio Ambiente y continuará recogiendo firmas y adhesiones contra el calentamiento. Para ello, sus responsables organizan actos lúdicos o mantienen reuniones con instituciones (Biblioteca Nacional, Círculo de Bellas Artes, Palacio de la Moncloa, Senado) para pedirles que se unan a la lucha.
El informe sobre “El estado del mundo 2007” del WorldWatch Institute alerta de que las ciudades son focos principales de emisiones de gases de efecto invernadero a través de la actividad industrial, el consumo energético desmedido o el transporte. Por tanto, la lucha contra el cambio climático depende especialmente de las acciones que realicen los ayuntamientos.
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