■ Daños incalculables, si no se reduce la emisión de gases en un máximo de 15 años
■ Elaboran autoridades federales un programa para mitigar los efectos del fenómeno
Angélica Enciso L.
La Jornada
México será uno de los países más afectados por el cambio climático, porque habrá zonas, como el norte del país, donde se acentuará la sequía, y otras se verán perjudicadas por el crecimiento del nivel del mar, advirtió ayer Fernando Tudela, subsecretario de Planeación y Política Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). Quedan entre 10 y 15 años para actuar a escala global y estabilizar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), causantes del problema. “Si no lo hacemos –dijo–, será una oportunidad perdida”.
Manifestó que se deberán fijar las emisiones de GEI en niveles manejables. Si eso no se logra, apuntó, “el incremento de la temperatura pasará de dos grados, como plantea la Unión Europea, y las consecuencias para ecosistemas y entidades productivas serán incalculables”.
Durante su participación en la apertura del Taller para la elaboración de elementos prioritarios de la cuarta comunicación nacional de México ante la convención marco de las Naciones Unidas sobre cambio climático, aseveró que nuestro país es la primera nación en desarrollo que está trabajando esos documentos. Consideró que entre los aspectos más importantes que se trabajarán en ese estudio destaca la elaboración de un inventario sobre las emisiones de GEI, ya que se debe saber lo que México emite para adoptar medidas.
Sostuvo que tras la presentación –el año pasado– de la Estrategia Nacional de Cambio Climático, el programa en la materia se está elaborando. Éste, abundó, se encuentra en su última fase. Se espera que en abril será sometido a consulta. Dijo que en ese documento se establece el potencial de mitigación y adaptación, para ver los aspectos que de aquí a 2012 son factibles y financiables. Precisó que varias secretarías trabajan en ese estudio.
Asimismo, añadió, México propondrá la creación de un fondo multinacional para hacer frente al cambio climático, que se base en aspectos de diferenciación de las naciones, en función de emisiones per cápita y potencial económico. “Si no tenemos datos duros que nos permitan entender cómo se distribuye la responsabilidad internacional de ese problema, va a ser difícil que la distribución de responsabilidades se traduzca, en lo político y económico, en compromisos concretos”, agregó.
En México no debemos olvidar las carencias, pues “tenemos poco desarrollo humano, poca estructura. Esperamos dar un paso adelante este año, para trabajar con un mínimo en ese tema, que si bien crece en las prioridades de jefes de Estado, a nivel presupuestal todavía estamos en una situación desfasada”. El costo de la comunicación es de alrededor de 2 millones de dólares, y contiene vías de trabajo que seguirá el país. “El cambio climático ya no es hipótesis, sino una realidad medible”.
Sandra Herrera, subsecretaria de Fomento y Normatividad Ambiental, expresó que entre los aspectos energéticos que se deben establecer y abordar en una eventual reforma en la materia destaca el impulso a la energía renovable, para reducir las emisiones de GEI, y la eólica. De igual forma, otras que pueden disminuir la generación de esos gases.
Al respecto, Adrián Fernández, presidente del Instituto Nacional de Ecología, ejemplificó: actualmente la normatividad señala que la Comisión Federal de Electricidad debe adquirir el combustible más barato para generar electricidad, con base en un criterio económico, pero “la paraestatal tiene impedimentos legales para tomar decisiones ambientalmente más amigables, y hay una miopía que evita tomar decisiones para optar por combustibles más limpios en la generación de electricidad, que dañen menos la salud y el medio ambiente”.
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