Por: Osvaldo G. Ledesma,
Viernes, 23 de Mayo de 2008
Correo
La corriente de desechos corre hasta la presa la Cebada, la cual abastece a la comunidad del mismo nombre
San José Iturbide
Las aguas residuales, generadas por la empresa Yazbek, dejaron de inundar la parcela ubicada en las cercanías del cauce por donde corren a cielo abierto; ahora el líquido corre hacia zonas ubicadas en la parte baja de la comunidad del Derramadero y llegan hasta el vaso de captación de la presa la Cebada, la cual abastece de agua para riego al ejido.
En un recorrido por la zona, efectuado por correo , la cual se ubica en el km. 20 de la carretera San Miguel de Allende-Doctor Mora a un costado de la carretera federal 57, en la comunidad de Puerto Blanco, se constató cómo el agua que anegaba la parcela de 1.5 hectáreas de extensión ha dejado de inundarla, aunque las aguas corren río abajo y ya han afectado a otros lugares.
El cauce que recorre una extensión aproximada de 2.5 km., desde que sale de las instalaciones de Yazbek y hasta llegar a la presa de la Cebada, ha invadido el camino de terracería que conduce de la comunidad de Puerto Blanco hasta el Derramadero y lo ha dejado intransitable para el paso de vehículos.
A un costado de la parcela que luce con otro aspecto le fue retirado el tapón que impedía que el agua siguiera su curso y con ello el sitio poco a poco ha quedado despejado, pero ahora el problema es para quienes residen en zonas más abajo.
Del caso ya han tomado conocimiento autoridades estatales y federales, y a decir de los pobladores, en días pasados vieron a trabajadores de la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente del Estado de Guanajuato (Propaeg) y la misma instancia a nivel federal, quienes recogieron muestras del agua y suelo.
Hasta ahora al propietario de la parcela no se le ha hecho llegar información al respecto y dice estar a la espera de ésta, para poder conocer si el sitio afectado podrá seguir siendo utilizado para fines de producción agrícola.
Además existe el riesgo de que los pozos que se utilizan para consumo humano puedan contaminarse con el agua que se filtra al subsuelo.
Las aguas residuales, que se suponen deben ser tratadas por la empresa, siguen corriendo a cielo abierto y son de tipo oscuro y despiden un olor muy fuerte, parecido a materia en descomposición.
YA HAY AFECTADOS
Las aguas, que ya llegan hasta la presa La Cebada, han causado perjuicios a residentes de las comunidades ubicadas en las cercanías. Un grupo de personas que se dedican al pastoreo de animales aseguraron que animales que han tenido la mala suerte de beber líquido han muerto.
Una de las menores, quien por cierto se negó a proporcionar su nombre, dijo que el año pasado un menor de edad murió al caer en el arroyo que conducen estas aguas y que desde entonces viven con temor de que pueda sobrevenir otra desgracia.
El deceso ocurrió porque el niño no pudo ser rescatado al tener la mala suerte de caer en el contaminado cauce, pues según refirió la muerte sobrevino de forma involuntaria, pues al caer y tratar de nadar bebió de esa agua y ya no fue posible sacarlo con vida.
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