Por Arlett Cárdenas
AM Bajio
Grupos ecologistas y agricultores de Crespo aseguraron que el daño ambiental causado por la empresa Bachoco, y otras industrias, se extiende tanto a terrenos de cultivo, como a habitaciones familiares y al propio Río Laja.
a.m. constató el paso del agua entre casas y parcelas por más de 7 kilómetros desde la salida de las plantas hasta que llega al Río Laja.
El agua recorre las tierras de 38 ejidatarios, poco más de 240 hectáreas que desde meses son inservibles.
"Nadie se atreve a sembrar porque el cultivo no aguanta, se quema, es perder dinero, y no cualquier cosa porque sembrar una hectárea de avena y cebada nos cuesta unos 12 mil pesos", expuso Tereso Arias, uno de los agricultores afectados.
Cuando esas 240 hectáreas no estaban contaminadas, representaban el sustento de al menos 100 familias, ahora muchos de los jefes de familia se dedican a la albañilería, a ser taxistas y otros migraron a Estados Unidos.
Por ello los agricultores dejaron de sembrar y de utilizar el agua que arroja Bachoco. Ahora llega hasta el Río Laja en su paso por la comunidad de Crespo
Ahí el cauce parece haberse congelado, cualquier persona ajena a la comunidad caminaría por su arroyo, no así los habitantes.
Ellos saben que esa capa que a simple vista parece de tierra son desechos industriales y que por debajo fluyen los líquidos, a.m. lo constató.
El presidente del grupo ecologista "México, Comunicación y Ambiente", Carlos Álvarez Flores, realizó un recorrido por toda la zona y señaló que existe una grave contaminación de agua y de suelo, que se tiene por la descarga de aguas residuales que proceden de la planta de tratamiento de Bachoco, en su rastro de aves, en Celaya.
"El caso es grave, no sólo son daños a parcelas, sí hay un daño ecológico al río, ahí está toda la evidencia de que Bachoco lo está contaminando, hay grasa de pollo solidificada, por debajo va el agua sucia", expresó Álvarez Flores.
Explicó que la descarga de aguas residuales, debe cumplir la norma NOM-001-SEMARNAT-1996, porque no es un drenaje municipal entubado, sino que es un canal que finalmente descarga al Río de La Laja.
"La planta de tratamiento de aguas residuales de Bachoco a simple vista cualquier persona puede verificar que esa agua residual que sale en la descarga de la planta de Bachoco, está fuera de las normas.
"Cualquiera de ellas, ya sea la NOM-001-SEMARNAT-1996; la NOM-002-SEMARNAT-1996, si es que lo quisieran considerar como drenaje abierto; o la NOM-003-SEMARNAT-1997, que es la de efluentes de plantas de tratamiento de aguas que son utilizadas para riego. En cualquiera de los casos no cumple con ninguna de estas tres normas, eso es evidente y no se necesita ser experto para poderlo entender".
El especialista explicó que el agua residual de la planta de Bachoco trae residuos que provienen de las actividades de la industrialización del pollo como grasas, pellejos, plumas, que son residuos que no pueden ser arrojados junto con sus aguas residuales ni a un drenaje, ni a un canal artificial, ni a ningún cuerpo de agua federal.
"De acuerdo con la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, (LGPGIR) tienen dos maneras de tratarse: que se consideren como residuos que ya no van a tener ningún uso y se consideren por su origen animal, como residuos biológicos-infecciosos, a los que se les debe incinerar; o que si se les piensa reutilizar y usar como materia prima para producir harinas se considerarían como residuos de manejo especial".
"En el primer caso, es la Federación, o la PROFEPA la que debe sancionar cualquier violación a la LGPGIR, que es este caso.
"Y si se les va dar una valorización y con ellos se van a fabricar algunos otros productos, entonces es la autoridad estatal la que debe autorizar, lo que se llama plan de manejo, y la que debe sancionar cualquier violación a esta LGPGIR, será la autoridad estatal, llámese Procuraduría de Protección al Ambiente de Guanajuato (PROPAEG)".
Las violaciones a la Ley, dijo, son dos: violación a las normas de aguas residuales o aguas tratadas que debe sancionar la PROFEPA o la Comisión Nacional del Agua, en su Gerencia Estatal en Guanajuato; y las violaciones a la LGPGIR, que deben sancionar la PROFEPA y la PROPAEG.
"Bachoco está contaminando un cuerpo de agua federal y es un grave problema, tendrá que pagar multas y limpiar, es obligación de la Comisión Nacional del Agua exigírselo".
lunes, 16 de abril de 2007
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