Por: Martín Diego,
Domingo, 14 de Diciembre de 2008
Correo
Los Rodríguez ha progresado por la armadora, pero hoy los pobladores temen volver a un pasado de miseria
SILAO
Cuando en 1994 se inauguró el complejo Silao de la General Motors, en la comunidad Los Rodríguez hubo fiesta. La migración se terminó por los empleos en la armadora de autos y floreció el comercio "llegó la infraestructura no sólo aquí, sino a los demás ranchos cercanos" recuerda Julio César Alcaraz de la Cruz quien trabajó 14 años de su vida en la planta aunque desde agosto pasado "me tocó el recorte" dice mientras esboza una ligera sonrisa.
"Ahora hay unas 5 mil personas, el 70% de la gente de aquí vive de esa industria. Los que no trabajan en la General Motors, son trabajadores de las otras empresas que están cerca.
La crisis nos está pegando apenas este año aunque ya van dos de cierres temporales" recuerda Eduardo Rivera, delegado de Los Ramírez.
Comenta que, ante lo que se ve como un negro panorama "ni modo, a volver a poner los ojos en el norte" aún y cuando la planta logró frenar "así de plano" la migración.
En la calle hay incertidumbre. Los paros escalonados que suman ocho este año, han dejado a más de 3 mil 500 empleados con el 55% de sus ingresos.
Los recortes, según los mismos vecinos que hacen su censo, dicen que en el pueblo hay por lo menos 600 personas que han sido despedidos de agosto a la fecha "pero también hay personas de otros ranchos, de Salamanca, Irapuato y de León.
La verdad es que no se sabe bien cuántos han dejado de trabajar. ¡Era un mundo de gente!".
Doña María no sabe de indicadores económicos, pero su experiencia de 10 años en una tienda de abarrotes que floreció con el resurgimiento de la ranchería por la instalación de sus vecinos, ahora ve las dificultades de la crisis "es lo peor que nos ha pasado.
Antes yo vendía unos 20 ó 30 refrescos al día de la gente que pasaba por aquí para ir a su trabajo, o cuando regresaban, había movimiento.
Ahora nomás vendo cuatro o seis refrescos porque gente ya no hay, y la que hay se quedó sin dinero".
"Ni tierras ni trabajo"
Los Rodríguez es una comunidad coronada por el Cristo de la Montaña del Cerro del Cubilete donde la agricultura pasó a segundo plano pues, en la comunidad vendieron 229.9 hectáreas donde fueron construidas las plantas de ensamble, motores y estampados que dieron trabajo, en sus mejores tiempos, hasta a 5 mil personas.
El último dato oficial reportado por el corporativo señala que hay 3 mil 838 empleados aunque se desconoce si el dato está actualizado.
"La planta frenó la migración, al contrario, la gente se venía a vivir acá. Hay gente en Los Rodríguez de muchos estados del país. Hubo un tiempo que faltaban manos y no alcanzaban las de Guanajuato y llegaron unos de Jalisco, de México, Michoacán, hasta de Tijuana y de Chiapas llegaron.
Ahora algunos de ellos no tienen trabajo y, a ver qué hacen". Pero tras la crisis "mi preocupación es si hay más desempleo entonces puede crecer la criminalidad. La agricultura no es un punto fuerte porque buena parte de la gente vendió sus terrenos a la General Motors.
Ahora, ni tierras ni trabajo y puede haber migración" refiere Julio César Alcaraz de la Cruz.
Por cierto, hace 14 años que el hombre ingresó a trabajar a General Motors. La capacitación que logró ahí lo llevó a formarse como ingeniero automotriz pero la crisis lo alcanzó en agosto pasado.
Con el dinero de su liquidación puso una farmacia que ahora espera rinda frutos. "No me ha tocado todavía ningún paro, espero que no lo haya porque, no se cómo nos va a ir".
Las noticias lo dicen
Acostumbrados a un modo de vida tranquilo, en Los Rodríguez se comentan las noticias financieras, ello se debe a que el epicentro económico de la región es la planta automotriz.
"Escuché en las noticias que, no se quién pero creo que los senadores gringos no quisieron rescatar a la General Motors allá en Estados Unidos. Pero eso nos afectó a todos.
Aquí la cosa se va a poner difícil", dice un hombre que pinta una barda. El delegado secunda "en las noticias dicen que se va a poner difícil porque no se quiso salvar a la planta allá en Estados Unidos.
Creo que eso nos va a afectar".
Julio César Alcaraz, quien lleva cuatro meses sin ingresar a lo que fue su sueño, trabajar en la General Motors platica "yo escuché la noticia de que no se había autorizado el préstamo para rescatar a la industria.
Desde ese momento me preocupó porque varias familias de este rumbo vivimos de esto. La economía que se desprende aquí en el rancho es por el movimiento de la industria automotriz, las familias dependemos de esto".
Con mayor frecuencia, en la calle se dice que el hijo de fulano, el pariente de sutano o el papá de mengano dejaron de trabajar en la General Motors "y si se cae el trabajo ahí, afecta también a las empresas que están cerca, incluso los que trabajan como choferes, las tiendas, todos, todos estamos nerviosos aquí en el pueblo por lo que pase".
domingo, 14 de diciembre de 2008
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