Álamos, candidato a patrimonio cultural
La localidad es parte de Pueblos mágicos, programa de la Secretaría de Turismo.
Conserva intacta su arquitectura colonial. Foto: Especial
Milenio
9-Febrero-08
Se le conoce como la puerta de entrada a la Sierra de Sonora, pero también como la Ciudad de los Portales. Se trata de Álamos, población fundada en 1864 y que en la actualidad cuenta con más de 8 mil habitantes en su cabecera municipal.
Ahora su sueño es conseguir que la UNESCO la reconozca con su ingreso a la lista de Patrimonio Cultural de la Humanidad por ser uno de los pocos pueblos de América que aún conservan su arquitectura colonial, a decir de la presidenta municipal de Álamos, Ruth Acuña Rascón.
“En todo el continente americano sólo dos lugares conservan ‘su virginidad’ en sus monumentos históricos: la Ciudad de Antigua, en Guatemala, y Álamos. Se trata de una ciudad única en el país, que buscamos conservar y no perder la historia que representa cada uno de nuestros edificios, como el punto colonial más importante del noroeste del país.”
La población sonorense conserva su arquitectura colonial intacta: casas que parecen grandes haciendas, techos altos, espacios amplios en las habitaciones, arcos y, sobre todo, portales que adornan cada edificio en su exterior.
De acuerdo con Acuña Rascón, el expediente de la población se ha trabajado desde hace casi 15 años, el cual ya fue aprobado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, incluso se encuentra dentro de los primeros cinco documentos que abordará la UNESCO dentro de su listado de Patrimonio de la Humanidad.
“Sabemos que se trata de un procedimiento muy especial, ni siquiera lo vamos a ver en la presente administración, pero no cejamos en nuestro empeño. Por ello, en la actualidad estamos metidos en la imagen urbana y en la rehabilitación de los edificios.”
Álamos ya forma parte del programa de Pueblos mágicos, impulsado por la Secretaría de Turismo federal con el propósito de reconocer y difundir las características históricas, monumentales o culturales de ciertas poblaciones, la mayoría de ellas entre pequeñas y medianas.
Remodelación casi lista
Álamos empezó a formarse a fines del siglo XVII como consecuencia del descubrimiento de diversos minerales de plata. Pese a su antigüedad, aún cuenta con 180 edificios considerados históricos, 120 de ellos propiedad de estadunidenses que hallaron en la población su especie de San Miguel de Allende pero del norte.
La originalidad de los edificios es su sello característico, aun cuando ya hayan sido restaurados a lo largo de los años. Ahora enfrenta nuevos retos, tales como el retiro del cableado y la remodelación de algunos edificios históricos, aunque no se pretende sólo mostrar la parte monumental, sino además la cultura de la ciudad, reflejada en su gente.
“Nos faltan asuntos como la imagen. Estamos terminando los trabajos de cableado subterráneo, con una inversión de 25 millones de pesos, destinados por los gobiernos municipal, estatal, federal y la Comisión Federal de Electricidad, con la intención de terminar para mayo de 2008”, comentó la presidenta municipal, Ruth Acuña.
El cable ya se encuentra bajo el suelo, falta quitar los postes y lo que llaman el calentado de línea, aunque también falta realizar algunas modificaciones de los motores de las empresas grandes que hay en la pequeña ciudad, como una imprenta, la gasolinera y algunas carnicerías.
“Estamos en la renovación de banquetes, sin embargo, ya pensamos en la unificación de colores de los edificios. Ya comenzamos en la Plaza de Armas con cinco edificios, pero no es una tarea sencilla, porque se debe realizar una gran gestión con los propietarios.
En Álamos siguen con las labores para conseguir su ingreso a la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, como el rescate de su histórico panteón, con cerca de cuatro siglos de historia.
Presencia estadunidense
La llegada de los estadunidenses fue paulatina, por ello nadie conoce la fecha de cuándo se asentó la primera pareja en este rincón sonorense.
Hay quien piensa que todo surgió por los jóvenes que aprovecharon las características de la región para practicar deportes extremos. Sin embargo, la mayoría de los inmigrantes son parejas de retirados.
“Aquí hay muchos estadunidenses que llegaron con la idea de vivir en una ciudad tranquila, hemos tenido que sortear distintos problemas con ellos: no querían, por ejemplo, que se abrieran sus casas para el cableado interior, aun cuando nosotros lo íbamos a reparar y a pintar del mismo color”, dijo Ruth Acuña.
Gracias al apoyo del consulado estadunidense en Chihuahua, no sólo pudieron concertar con ellos explicándoles el beneficio que traería para Álamos ser considerado Patrimonio de la Humanidad, sino ahora son verdaderos impulsores para lograr esa categoría de la UNESCO.
Álamos/Sonora. Jesús Alejo
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