Irma Mejía
El Universal
Lunes 28 de enero de 2008
La falta de normas que regulen el crecimiento urbano en Zacatecas amenaza la integridad de monumentos históricos
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ZACATECAS, Zac.— La conservación, protección y preservación de los edificios y monumentos Patrimonio de la Humanidad “es problema serio y podría salirse de control”, acepta el funcionario estatal José Carlos Lozano Ordóñez, de la Junta Estatal de Protección y Conservación de Monumentos.
Las razones para ello se originan, principalmente, por carecer de un reglamento, leyes más firmes, pero sobre todo por la falta de responsabilidad de la sociedad en su conjunto.
Desde 1993, el Centro Histórico de Zacatecas fue nombrado por la UNESCO Patrimonio Cultural de la Humanidad por su riqueza arquitectónica que guarda un polígono conformado aproximadamente por tres mil 500 edificios, fincas y monumentos que guardan una imagen arquitectónica colonial y barroca.
Uno de los principales “focos rojos” es la posible desaparición de la zona habitacional en la principal área protegida, pues en los últimos años ha sido avasallada por el sector de servicios y comercios.
Esta situación ha generado que en gran parte de los edificios de la ciudad continuamente se realicen remodelaciones, ampliaciones, incluso destrucción total de los recintos que no se reconstruyen con la anuencia de las instituciones que están encargadas de vigilar la conservación y preservación de éstos.
Lozano Ordóñez refiere que al recibir este nombramiento emitido por la UNESCO, sin duda se logró que la capital se convirtiera en un centro de mayor atracción turística, pero en su opinión, se ha confundido y explotado de forma errónea sobre todo por parte de la ciudadanía.
Al generarse un mayor turismo cultural, las cotizaciones de las fincas obtuvieron mayor plusvalía, por tanto, los dueños han optado por vender o rentar esos edificios con intereses meramente económicos.
Es aquí, dice, donde se da la proliferación de antros, bares, restaurantes, hoteles y comercios establecidos, pues dice que el “ambulantaje”, de alguna forma se ha controlado.
Actualmente existe una decena de obras que han sido clausuradas, pero en muchas ocasiones, los dueños pasan por alto esas “determinaciones” que han emitido principalmente el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Junta Estatal de Protección y Conservación de Monumentos.
Incluso se tiene registro de la construcción de un hotel en una finca ubicada en la Alameda que fue destruida en gran parte, y luego clausurada por los tres órdenes de gobierno por atentar contra la arquitectura. Esto se reportó al Comité Nacional Mexicano del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos).
El funcionario estatal reconoce que hay otros que aparentemente son pequeños, pero al sumarlos son “preocupantes” como los letreros de decenas de consultorios y clínicas ubicadas principalmente en la calle Guerrero que van en contra a los establecido en la Ley de Protección y Conservación de Monumentos y Zonas Típicas del Estado de Zacatecas. Recientemente también han entrado autobuses turísticos que hacen recorridos, pero que están en contra de lo establecido, y ha aumentado el número de grafitis.
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