La razon de ser de la campaña:
«Mostrar una amplia corriente del Rechazo a la Miseria,»
« Allí donde hay hombres condenados a vivir en la miseria, se violan los derechos humanos. Unirse para que se respeten es un deber sagrado. »
Padre Joseph Wresinski, fundador de ATD Cuarto Mundo, 17 de octubre de 1987
Desde que este mensaje ha sido lanzado, para el primer Día mundial del rechazo a la miseria, progresos han sido realizados, particularmente sobre el reconocimiento de la miseria como una violación de los derechos del hombre. Sin embargo, millones de mujeres, de hombres y de niños deben siempre vivir la injusticia de la gran pobreza y la exclusión.
Veinte años después, se trata de marcar momento crucial en la lucha contra la miseria. Una llave para llevarlo a cabo es el encuentro y el diálogo duradero entre los que viven la miseria y la exclusión y los demas.
Es porque ATD Cuarto Mundo lanzo, con numerosos socios, una campaña pública titulada «Acabar con la pobreza extrema: un camino para alcanzar la paz», cuyo el punto culminante será el 17 de octubre de 2007. Se trata valorisar el corriente de los que quieren destrozar las separaciones de la ignorancia y de la exclusión. Se trata de mostrar que que este corriente no es marginal. Descubriéndose numerosos, los que lo componen se darán el coraje, invitarán otros que que se junten a ellos, y darán el coraje político a los que tienen que tomar decisiones.
Eugen Brand, delegado general del Movimiento internacional ATD Cuarto Mundo explica porque el Movimiento inició esta campaña con otros socios:
Los estragos causados por la miseria y la exclusión son cada vez más violentos y destructores y sin embargo, el progreso de la técnica y el aumento de las riquezas proporcionan a los hombres, hoy más que nunca, los medios para hacerles frente.
Actuar sólo en el plano económico no basta. Es evidente que un mundo dirigido únicamente por los poderes económicos aumenta el abismo entre los que tienen mucho de todo y los que no tienen absolutamente nada. ¡Tenemos que compartir más!
Actuar sobre el terreno de los derechos humanos es imprescindible, porque mientras haya personas condenadas a vivir en la pobreza extrema, sus derechos están siendo despreciados. ¡Necesitamos más justicia!
Pero la solidaridad y la justicia no lograrán sus objetivos si las acciones que se emprenden no están basadas en el encuentro duradero entre los que viven la miseria y la exclusión y los que quieren actuar con ellos. No podemos emprender acciones “para ellos”, hay que actuar “con ellos”, ¡y para eso es necesario el encuentro!
Muchos hombres, mujeres, jóvenes y niños, pobres o no, ya lo han comprendido y se han puesto en marcha. Forman una corriente de personas que se unen para reflexionar y actuar juntos y para apoyarse. Allí donde estos encuentros perduran, dan lugar a una nueva inteligencia, capaz de aportar luz a la lucha por un mundo sin miseria, capaz de cuestionar nuestros ideales y fortalecer las responsabilidades de cada uno, capaz de suscitar nuevos compromisos en un mundo en profundo cambio. Estos encuentros crean algo nuevo.
un camino para alcanzar la paz” es dar a conocer esta corriente de encuentros e invitar a muchas personas de differentes medios a que se unan a ella. Tenemos con ella la oportunidad de aprovechar todas estas nuevas experiencias e ideas para transformar nuestras sociedades y contribuir al “advenimiento de un mundo en que los seres humanos, liberados del temor y de la miseria, disfruten de la libertad de palabra y de la libertad de creencias” [1] ».
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