Jueves, 15 de Marzo de 2007
Correo
- Derrame en Salamanca: Profepa descubre las mentiras de la CFE
- Este asunto no me corresponde, dice el gobierno del estado
- Gol a Cabildo capitalino: registra particular plan de ordenamiento
1.- CFE ACEITOSA. Primero se abstuvo de avisar a las autoridades del derrame de combustóleo; luego, ninguno de sus funcionarios se atrevió a dar la cara durante dos días; y finalmente, cuando no tuvo alternativa, desinformó con la aseveración de que sólo se habían vertido 800 litros del hidrocarburo al río Lerma. Una forma de actuar que desvela la negligencia con que se opera en la CFE de Salamanca.
El tamaño de la mentira de la paraestatal fue descubierto, acaso involuntariamente, por el vocero de la Refinería Ing. Antonio M. Amor de Pemex, Alfonso García Moreno, cuando dio cuenta que trabajadores de esta otra empresa habían retirado más de cinco mil litros del combustible y anunció que la labor de los petroleros sólo se detendrá hasta que el derrame termine por completo.
Es decir, hasta el día de ayer todavía continuaba el vertido al río provocado por una tubería de la termoeléctrica dañada el fin de semana, cosa a la que tampoco se han referido ninguno de sus funcionarios.
Por eso el delegado de la Profepa, Eloy Urroz Jiménez, pide que la CFE diga "si fueron 800 litros los que se fueron al río y que no fueron retenidos, o si en realidad fueron retenidos y sacados por personal de Pemex. Hasta ahora las cifras no están claras, porque podremos pensar que esos 800 litros se fueron aguas abajo y que los tres mil 500 son los que se han sacado y otros tanto están confinados en el interior de la empresa".
Debido, precisamente, a la falta de información confiable es que todavía no se pueden medir las consecuencias del accidente, aunque el propio Urroz Jiménez da señales de hasta dónde pueden llegar las repercusiones cuando la Conagua conozca las cifras reales del derrame y entonces pueda saber si el agua del Lerma es o no apta para el riego, o si llegará contaminada al Lago de Chapala.
Cabe imaginar entonces la reacción de los campesinos si les informa que deberán dejar correr el río, dejando a sus tierras en espera del temporal o a merced de la sequía; o la posición que asumirá Jalisco cuando se entere que las descargas que reciba el Chapala fueron contaminadas por la CFE.
De hecho, productores agrícolas que sufrieron afectaciones en sus tierras por la lluvia de combustóleo ya anunciaron que presentarán una denuncia ante el Ministerio Público contra quien resulte responsable y empresarios del municipio no sólo exigen información a la empresa, sino que "ofrezcan soluciones y que las cumplan". Estamos ante un hecho de enormes repercusiones. Por eso, también, resultan sorprendentes las declaraciones ayer del gobernador Juan Manuel Oliva, que al contrario de mostrar una convicción respecto a la protección del entorno y comprometer gestiones para la reparación de los daños, pretendió eludir el problema.
Primero atribuyó toda responsabilidad a las autoridades federales, y luego proporcionó cifras del derrame de combustóleo que sólo contribuyen a la desinformación: "Hasta el martes… cerca de 6 mil litros de dicha sustancia se habían recogido. Se espera que durante el transcurso del día recolecten otros cuatro mil litros, lo que representará aproximadamente cinco barriles de 200 litros cada uno".
No se debe olvidar que lo más importante es remediar los daños causados por la contaminación del río y mitigar los efectos que se puedan tener en la zona del siniestro. Pero eso no se logrará si no se cuenta siquiera con datos confiables y si no se asume una postura firme con quienes tienen que revertir esta situación. Porque el accidente ha ocurrido en Guanajuato, y aquí se sufren sus consecuencias.
2.- ESPECULACIÓN DESATADA. El abandono de que han hecho gala las autoridades estatales y municipales para reencauzar la obra del nuevo acceso, ha originado una anarquía generalizada que en poco puede dar beneficios a la joya histórica y arquitectónica que es la capital del Estado.
Nadie parece estar tomando una iniciativa firme para resolver los problemas que hasta ahora mantienen empantanada la construcción de la vialidad Euquerio Guerrero- Presa de la Olla.
Cuarenta y cinco días después de que se realizaran las primeras denuncias sobre las irregularidades en la obra, las medidas de remediación del daño ambiental no se han definido; tampoco se ha determinado dónde tirar los nuevos desperdicios que se generen para evitar mayores perjuicios a la zona. De la misma manera, nada se sabe de posibles responsabilidades por negligencia y omisiones dolosas de los funcionarios de la anterior administración que permitieron que pasara lo que pasó.
El municipio, bajo mucha presión, decidió suspender la publicación de un sospechoso cambio del uso del suelo de la zona, mediante la modificación del Plan de Ordenamiento Territorial de la ciudad, lo cual redundó en la renuncia del director de Desarrollo Urbano.
Sin embargo, hoy se sabe que un particular interesado en la posibilidad de urbanizar la zona al ser propietario de cientos de hectáreas en ella, decidió tomar la iniciativa y registrar por su cuenta el Plan de Ordenamiento modificado, el cual ya había sido publicado en el diario oficial. Se trata del ex directivo del Sistema Municipal de Agua Potable, Rubén Rodríguez Nieto, familiar cercano del ex alcalde Arnulfo Vázquez Nieto.
Por si algo faltara, los regidores de la oposición priista, encabezados por el abogado Jorge Luis Hernández, se volvieron consultores en materia vial y sugirieron la reubicación de un puente pensado para una etapa posterior del nuevo acceso, a fin de modificar el trazo de las conexiones entre esta vía y la carretera panorámica, lo cual sin duda también busca el beneficio de algún particular.
En este clima de ausencia del gobierno, lo que viene triunfando es una posición de rapiña desatada para especular con los beneficios que traerá consigo la vialidad. Desde luego, es ingenuo pensar que no existan repercusiones favorables para algunos particulares, pero debería ser el gobierno un árbitro activo en mediar todas estas disputas que hoy por hoy han contaminado enormemente la obra.
Por eso resultaba importante lo que tuviera que decir al respecto el ex gobernador Juan Carlos Romero Hicks, en cuya administración dio inicio toda la descomposición que se ha originado en torno a una obra de casi 300 millones de pesos, vital para el desarrollo de la capital del Estado.
Sin embargo, el hoy director de Conacyt eligió el silencio al ser abordado por los medios en una visita a la entidad este miércoles. "Tengo por regla no hablar de los cargos anteriores que he ocupado", dijo quien fuera un activo ex rector de la Universidad de Guanajuato durante su gestión como gobernador, al grado de haber intervenido en forma decisiva y radical en la propuesta de reforma de la institución que hoy todavía está en análisis por el Congreso.
Y no obstante que el gobernador Juan Manuel Oliva ha señalado de manera reiterada que los problemas del nuevo acceso, "fueron heredados", Juan Carlos decidió que lo mejor era no meterse en esos terrenos, no los del nuevo acceso, sino los de la explicación sobre las terribles omisiones que han salido a relucir en estos días. Ese silencio, empero, es más que elocuente.
Y lo que urgía, más allá de la búsqueda de las responsabilidades originales, es decir el reencauzamiento de la que sin duda será una realización de gran impacto para la ciudad, se ve hoy más distante que nunca. El acto de audacia de Rodríguez Nieto genera una situación jurídica que puede ser de graves consecuencias, pues aunque el Ayuntamiento trate de revocar el registro, la situación se prestará a litigios administrativos e incluso amparos judiciales que pueden nulificar cualquier decisión de revertir los usos de suelo de la zona.
Y, por si algo faltara, un damnificado de este nuevo acto de prestidigitación inmobiliaria es el propio gobierno estatal, al ver surgir una fuerte competencia para el desarrollo de los terrenos del fideicomiso promotor para el desarrollo de Marfil, el olvidado Fiprodima que duerme el sueño de los justos desde hace tiempo.
El protagonismo de los particulares, que también se muestra en la rebatinga que empieza a verse por orientar la construcción de los anexos al nuevo acceso que le darían conexión con Pozuelos y la Panorámica, obras que ni siquiera están presupuestadas, es otro síntoma delicado del repliegue de la autoridad.
Urge que esta situación cambie por bien de todos, pues el peor enemigo de cualquier comunidad es la desnuda confrontación de los intereses privados sin arbitraje de por medio.
dongiovanni@fastmail.fm
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