Pide dar vigencia plena a los derechos humanos
EMIR OLIVARES ALONSO
La Jornada
Es urgente que el Estado mexicano transforme sus leyes en realidades tangibles, advirtió el representante en México de la Oficina del Alto Comisionado de la Organización de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Amerigo Incalcaterra.
Y agregó: "Uno de los retos que México tiene es transformar sus compromisos y obligaciones, tanto nacionales como internacionales en materia de derechos humanos, en hechos concretos para que los ciudadanos vivan en condiciones cada vez mejores", puesto que en el país el problema en la materia tiene que ver con la pobreza, la impunidad y la discriminación, las cuales deben eliminarse.
Indicó que aunque hay que dar un tiempo "prudente" al nuevo gobierno federal para que analice los avances que ha habido en el país en la materia, las autoridades deben dar una respuesta pronta al respecto.
Respaldó el informe presentado el miércoles pasado por Amnistía Internacional, en el cual se menciona que "México es un país de leyes, pero sin justicia", y exhortó al gobierno calderonista a considerar todos los informes de las diversas organizaciones como punto de partida para garantizar los derechos fundamentales.
En entrevista, tras participar en el foro Políticas públicas para el desarrollo de México, Incalcaterra subrayó que en el país persisten las violaciones a los derechos humanos como la tortura, la cual se debe erradicar con la obligación de las autoridades de cumplir con los compromisos asumidos internacionalmente.
Para ello propuso modificaciones "profundas" al sistema de justicia y a la Constitución, "que pongan a los derechos humanos en el sitio que les corresponde", como que no se les dé tanta fuerza a las primeras declaraciones de un detenido las cuales, en su mayoría, se obtienen bajo tortura y garantizar el debido proceso a los inculpados. "Si se toman estas decisiones habremos dado un paso para erradicar esa figura tan lamentable que todavía sigue padeciendo México", subrayó.
El funcionario de la ONU consideró que el Programa Nacional de Derechos Humanos creado en la pasada administración debe ser retomado por el gobierno de Felipe Calderón, para que se comience a trabajar en una política de Estado sobre las garantías fundamentales.
Dijo que es necesario capacitar a la ciudadanía para que exija desde el ámbito judicial sus derechos fundamentales, porque "los reclamos se hacen en la calle y muchas veces los efectos no son los deseados. Hay que enseñar y capacitar para que los reclamos en materia de derechos humanos se efectúen en los estrados judiciales mediante presentaciones que confronten al operador de la justicia con ese conocimiento, pues una sentencia debida en la materia hace avanzar mucho más que cualquier palabra y cualquier discurso".
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