En los primeros días del mes de agosto, ha tenido lugar en San Miguel de Allende, Guanajuato (México), la reunión de un taller de asistencia técnica, es decir lo que constituye una iniciativa para el mejoramiento y sostenibilidad de la región municipal de una ciudad, que ha sido designada por la UNESCO patrimonio de la Humanidad, San Miguel de Allende y el Santuario de Atotonilco.
Este taller de asistencia técnica ha contado con el apoyo directo de la familia Vidargas-Birk y del Cellista de fama Internacional Gilberto Mungía. Han intervenido, aportando sus conocimientos y saber de forma voluntaria en los talleres expertos de todas las disciplinas de Mexico, USA, Brasil, Venezuela y España.
Han colaborado y patrocinado, entre otras instituciones, Land Economics Foundation, la Universidad de Harvard, el Ayuntamiento de San Miguel de Allende, el Colegio de Arquitectos de San Miguel de Allende, el Consejo de la Construcción Verde de España y el Instituto Allende. Aurelio Ramirez Zarzosa, Presidente del CCVE(SpainGBC) explicó lo que es LEED, así como las distintas clases de LEED a través de dos cursos de iniciación a la sostenibilidad uno para edificios y otro para urbanismo.
Se trata de una forma, por cierto muy rigurosa, de clasificar los edificios por sus características en defensa del medio ambiente y de la sostenibilidad. Esta distinción se otorga a determinados edificios, que gozan de unas características particulares en este campo. Precisamente todo esto se lleva a cabo en un momento en que la preocupación por estas cuestiones se hace, de día en día, más incesante. Carmen Vidal-Hallet habló sobre las acciones sostenibles del Ayuntamiento de Curitiba, Brasil y Federico Vidargas Birk habló sobre la Reconstrucción y Adaptación de la Isla de Nueva Holanda, en San Petersburgo (Rusia).
La presencia de los gases de efecto invernadero y, de manera especial, el anhídrido carbónico, constituye una preocupación permanente en este momento en todos los países. Los datos son impresionantes.
Por ejemplo, la industria siderúrgica en España ha logrado reducir casi un 50 por ciento sus emisiones de CO2 en las últimas tres décadas. Sin embargo, los procesos actuales para la producción de acero y sus derivados han llegado a su límite en este campo, en especial, los altos hornos.
Para eliminar el CO2 se emplea una técnica que se llama de secuestro y captura. Consiste en llevar el humo que se produce hasta una formación subterránea, del estilo de una mina o de un pozo, en la que se introduce a presión.
Los materiales del subsuelo deben ser capaces de absorber el CO2 durante un tiempo lo más prolongado posible. En este caso, a la larga, el CO2 volverá a la atmósfera, por lo que se llama captura. Las minas de carbón pueden ser lugares inmejorables para esta técnica.
Otra forma de librarse de los gases de efecto invernadero podría ser inyectarlos en el fondo del mar. Pero este método tiene el inconveniente de que el CO2 reacciona con el agua salada y produce ácidos dañinos que no se sabe bien los efectos que podrían tener en la vida del mar.
A nivel mundial, el Protocolo de Kioto consiste en firmar un convenio, entre una multitud de países, que se comprometían a volver a sus emisiones de dióxido de carbono del año 1990. Lo que pasara de esa cantidad habría de pagarse a un precio estipulado para todos. Si a alguien le faltaban compensaciones de carbono, podría comprarlas a precio de mercado a otros países. Así se demostraron las consecuencias económicas de la lucha contra la contaminación.
El Protocolo de Kioto no es una mala solución. Es buena para los países que puedan cumplir lo que se les exige, pero es muy cara para muchos países, que no podrán cumplir con el Protocolo. Veremos que depara Copenhague en los próximos meses.
Alberto Miguel Arruti
Profesor Emérito
Ciencias de la Comunicación
Universidad San Pablo CEU
Doctor en Periodismo y Medios de Comunicación, UCM
Doctor en Ciencias Físicas, UCM
Máster en Planificación Energética, EOI
Colaborador
Dirección de Comunicación
CONSEJO CONSTRUCCIÓN VERDE ESPAÑA®
(Spain Green Building Council®)
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