Mario Campos
El Universal
¿Qué podría sorprendernos la noche del 5 de julio cuando empiecen a darse a conocer los resultados? La pregunta es pertinente porque pareciera que buena parte del guión de esa noche ya está escrito. Se sabe, por ejemplo, que el PRI y el PAN serán los punteros, que el PRD quedará en tercer lugar, que en contraste, el PRD capitalino arrasará en el DF y que la abstención le ganará a los votantes. Lo interesante es que en medio de hechos previsibles hay un margen de incertidumbre que hace más atractiva la votación. Comparto con ustedes, queridos lectores, algunos de los puntos que creo que nos pueden sorprender.
Una derrota del PRI en Sonora. Aunque el tema ya está presente en las encuestas no dejaría de ser una sorpresa que el PAN se haga de esa gubernatura, hasta ahora siempre en poder del partido tricolor. De darse, sería el primer triunfo panista en el norte en muchos años luego de sus históticas victorias en Chiahuahua y Nuevo León que al paso del tiempo volvieron a ser gobernadas por el PRI.
Una derrota del PAN en Querétaro. Aunque se dice que este escenario podría darse en San Luis Potosí, la verdadera sorpresa sería con el candidato tricolor, José Calzada, que inició en franca desventaja en esta elección. Los panistas la tenía en la bolsa y una derrota implicaría una fractura del corredor de estados gobernados por Acción Nacional. San Luis tendría una lectura difirente pues cabe recordar que el candidato del PRI fue, hasta hace relativamente poco, colaborador cercano del actual gobernador Marcelo de los Santos, por lo que más que hablar de un triunfo del PRI en ese caso habría que destacar la fractura de Acción Nacional.
El triunfo del PRD en Miguel Hidalgo o Benito Juárez – que le dolería mucho al PAN y pasaría factura directa al manejo que ha hecho Mariana Gómez del Campo del proceso de conducción del panismo local – o el triunfo del PAN en cualquier otra de las delegaciones, que mostraría una fisura en la maquinaria del PRD en la capital del país, terreno del que podrían surgir casi la mitad del total de diputados federales que presente su bancada en la próxima legislatura.
El avance del PRI en la zona del llamado corredor azul en el Estado de México. Cualquier derrota en Tlanepantla, Atizapán, Naucalpan, sería un gran activo para Enrique Peña Nieto que podría usarlo en sus aspiraciones presidenciales.
La victoria de Juanito en Iztapalapa. Elemento que parece menor en medio de una elección de 500 diputados y seis gubernaturas, pero que el movimiento de López Obrador podría vender como una muestra de su fortaleza para construir una candidatura con tan poco tiempo.
La lista no pretende ser exhaustiva, incluso en el rango de las grandes sorpresas podríamos hablar de derrotas priístas en Campeche o Colima, tragedias panistas en Querétaro y San Luis Potosí, de desplomes perredistas en las votaciones generales o de partidos que pierden su registro mientras otros – como el PSD – muestran más fuerza del que detectaron las encuestas. Toca a ustedes imaginar los posibles escenarios.
PD. Los invito a que sigamos en contacto toda la jornada del 5 de julio vía Twitter. Los espero en www.twitter.com/mariocampos Saludos a todos.
miércoles, 1 de julio de 2009
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