La madrugada del miércoles once

CORREO
Sábado, 14 de Marzo de 2009

1.- Hace pocos años en el mes de Julio, la madrugada de la ciudad se rompió: explosiones, personas con pánico huyeron de la ciudad, hay testimonios de que salieron como pudieron, hacia San Miguel de Allende, a Querétaro, a donde fuere. La ciudad después de eso sigue igual: ninguna vialidad importante, atorada o estrangulada, por las vías del tren.

2.- Este miércoles fue diferente, los inurbanos maquinistas de los trenes nocturnos y de madrugada que parecen regocijarse con sonar su estridente silbato, ahora fueron menos notables: con las ráfagas, los disparos, las sirenas y los estallidos que en una parte de la ciudad se escucharon, marcaron nuestra historia cotidiana.

3.- Un cateo recibido con armas de alto poder, marcó una historia nueva. La presencia del Ejército (con mayúsculas) y de la Policía Federal invadió nuestra quietud, rasgada a veces por el silbato del tren.

4.- Detrás del suceso miles de voces, de opiniones, de reproches, de recuerdos, de añoranzas. Esta no era "la dulce Celaya". La Puerta de Oro del Bajío. Y largos etcéteras. Cierto, no era, ni puede volver a ser aquella del tren urbano, de los panecillos calientitos, del jardín sosiego poblado de pájaros, del agua calientita… Esa Celaya, fue.

5.- Hoy la modernidad destrozó "la paz chica" de un pueblo cariñoso. Los vehículos irrumpieron para convertirla en la más poblada de ellos. Las fallas geográficas marcaron sus trazos. La delincuencia se apodero desde hace mucho de ella. Y atrás de ello, muchas culpas y muchos pecados de omisión ciudadana.

6.- Culpas de la ineficiencia. Culpas, por poner un ejemplo, de los aduaneros lejanos que han dejado que el país se inunde de armas peligrosísimas. Culpas de los papás que no inculcaron el respeto, el orden, la paz. Culpas de legisladores de no adecuan rápidamente algunas leyes, sin que se tenga éxito solamente por la mudanza legislativa, por supuesto. Y, un ejemplo de ello es una ley de Extinción de Dominio, que solo el D. F. ha aprobado, con la que el gobierno capitalino podrá adjudicarse inmuebles donde se pruebe que se cometieron actos de delincuencia organizada como secuestro, robo de vehículos y trata de personas, sin tener que pagar indemnización a los afectados. Culpas de gobernantes que no han creado una Policía ya no profesional sino al menos confiable. De Gobiernos que dejan crecer a algunos y abandonan a campesinos y a los pobres que ahora cosechan la riqueza indebida. Culpas de muchos y de todos.

7.- De todos porque se respira la corrupción mínima y la grande. De todos porque no denunciamos, porque no nos importa mas nuestro quietismo. Supongo que si los comerciantes, aquellos de la explosión de la Central Camionera (una de nuestras heridas no tan lejanas) hubieren denunciado a sus colegas que vendían pólvora y fuegos pirotécnicos. Si los inspectores fueran eso y no alcahuetes, no había pasado aquello.

8.- Pero no denunciamos. Ni al policía corrupto, ni al gobernante ineficaz, ni al vendedor de kilos que no son, ni al despachante de gasolina voraz, ni al ciclista que "le vale" y va en sentido inverso en las calles, ni al cartero que hace lo mismo, ni a nadie. A todos los dejamos, quizás por cierta complicidad….

9.- Ciertamente también no creemos en los jefes superiores, que los cobijan, los protegen. Si el premio al trámite más absurdo se dio en contra del IMSS, es porque no funcionaron los sistemas de control, los contralores. Si eso funcionara en este país, se caminaría diferente.

10.- Por eso, la acción loable del Ejército y la Policía Federal nos llena (a algunos) de gusto. Ellos sí ofertan su vida por nosotros en contra de los peligrosísimos delincuentes que cohabitan con y entre nosotros, en esta fuerte y dulce ciudad. Qué bueno que se suspendieron las clases. Qué bueno que esto se hizo de madrugada. Qué bueno que entró la fuerza del Estado para protegernos. Y una pregunta maliciosa al estilo de German Dehesa. ¿Como dormirían los suspirantes a la Presidencia Municipal? Esto fue una probada de los que viene, si seguimos sin denunciar, sin colaborar, sin movernos.

cggto@prodigy.net.mx