Francisco Rodríguez
¿De verdad es tan tonto?
Sábado, 03 de Febrero de 2007
Correo
HAY QUIENES SOSTIENEN aquello de que “el tamaño es importante”. Otras, otros, apuntan lo contrario. Señalan estas últimas personas que en el caso de Vicente Fox se encuentra el mejor de los desmentidos a la aseveración.
A este “guanajuatense”, agregan, le queda mejor aquello de “entre más grandote más…” (ponga usted el adjetivo que mejor encuadre) que los mexicanos solemos usar desde la infancia, cuando en el salón de clases de la escuela primaria el último de la fila, por alto, no se encuentra entre los más inteligentes.
¿De verdad es tan tonto Vicente Fox? Yo espero que no lo sea. Que las apariencias engañen. Que no se cumpla aquello que decía “don Jesús (Reyes-Heroles) de Veracruz”: que la apariencia es realidad.
Y es que si en serio es tonto, más tontos seríamos quienes durante seis larguísimos años, pese a todo, lo mantuvimos de nuestras rentas al fisco. Aún lo hacemos, pagándole jugosa pensión.
Amparado en ello, pero sobre todo en una reflexión de mi hermana Claudia, ahora pienso que Vicente Fox “le hace al loco”. Que padece alguno de esos síndromes que los psicólogos encuadrarían en la falta de cuidado materno, por lo que él mismo asume actitudes que llaman la atención indiscriminada para, en una de esas, pesca la de la ya difunta doña Mercedes.
“Vivo”, muy “vivo”, a grado tal que me aseguran usó a su actual esposa, Marta Sahagún, como “tapadera” en sus muchos negocios al amparo del poder presidencial que usufructuó para beneficio personal y familia, Vicente Fox dice tantas zarandajas en sus apariciones públicas que, me dice un compadre que radica en San Miguel de Allende, “en lugar de alquilarse como orador o speaker, debería poner un anuncio para que lo renten cual comediante”.
Ahí sí que Fox arrancaría lágrimas de risa entre el auditorio, y no las de pena ajena que muchos derramamos cuando escuchamos o leemos la más reciente de sus estupideces oratorias.
Mi compadre sanmiguelense, además, solicita que ya dejemos de considerar a Fox cual guanajuatense, pues alega que en su estado no se dan en maceta personajes como el que habita en San Francisco del Rincón.
Aduce que “Chente” el “ex PresiChente” nació en el Distrito Federal. Allá ellos que le permitieron gobernar Guanajuato, ¿no cree usted?
Pero volviendo al punto. Imagínese usted al grandote Fox en una audición del Madison Square Garden, pues a él le fascinan las plazas en EU, recitando su rutina ante el respetable, que ya no tendría por qué pagar 400 dólares por butaca.
¿Cuántos no caerían desternillados de tanta carcajada, cuando el comediante Fox hablara ya no de temas literarios, sino del “cambio” en nuestro país, el Seguro Popular, los 15 minutos de Chiapas, el crecimiento anual de 7%, o su lucha anticorrupción?
Y ahora sí hasta podría llevar de “patiño” a la mujer que, grandote grandote, le dice “pollito”. Como para ca… de la risa, ¿no cree usted?
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sábado, 3 de febrero de 2007
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