El Universal
Alfonso Zárate
Retrato de cuerpo entero, la nueva Legislatura que se instalará el próximo martes dibuja claramente el estatus, los intereses, las agendas y a los dueños del Congreso.
Como si no hubiera habido transición, hoy los legisladores, lejos de representar a sus electores, responderán a sus padrinos. El mayor número de diputados (panistas) a las directrices del Presidente de la República; otro grupo numeroso le pertenece al gobernador Enrique Peña Nieto. El alumno superó al maestro, la “fuerza mexiquense” que creó Arturo Montiel —todavía impune— es una maquinaria electoral eficaz que opera en distintos procesos a cambio de gratitud (“hoy por ti, mañana por mí”). También están los subgrupos priístas que reportan a Beatriz Paredes, Manlio Fabio Beltrones, Carlos Salinas de Gortari y a los gobernadores; incluso hay una “telebancada” en la que el Partido Verde, siempre tan obsequioso, puso la franquicia.
Otra bancada significativa —más de 40 legisladores, entre ellos algunos personajes de la picaresca mexicana como Gerardo Fernández Noroña— estará al servicio de Andrés Manuel López Obrador y podría anticipar “acciones de resistencia”, incluso tomas de tribuna.
Definidas las coordinaciones principales, Francisco Rojas (PRI); Josefina Vázquez Mota (PAN) y Alejandro Encinas (PRD), flotan algunas interrogantes: ¿cuál de los dos Encinas desempeñará el cargo: el político prudente y dialogante o el rehén de López Obrador? Y en el caso de ese portento de pragmatismo que es el PRI, cuál será la estrategia: ¿nadar de muertito en un escenario que reclama decisiones mayores o empezar a tomar decisiones y actuar en consecuencia para no recibir un país en ruinas en 2012? No menos trascendente será la agenda y estrategia que Vázquez Mota lleve al Congreso, que sin duda echará luz respecto de lo que podemos esperar desde Los Pinos para esta (corta) segunda mitad del sexenio y de la forma en que querrá ser recordado el presidente Calderón.
Como hasta ahora, los coordinadores usarán, de manera discrecional y sin control alguno, presupuestos de varios cientos de millones de pesos; el manejo de esos recursos sigue siendo un hoyo negro inaccesible incluso para el órgano de fiscalización. Pero no la tendrán fácil: el escrutinio de los medios y de observatorios ciudadanos es cada vez más intenso y, por otro lado, en cada uno de los grupos parlamentarios hay legisladores críticos o disonantes: los yunquistas y creelistas en el PAN; los pejistas en el PRD; los oaxacos de Ulises Ruiz en el PRI. A lo anterior hay que sumar las bancadas de los gobernadores.
Pero a la hora de las prerrogativas, todos —o casi— son iguales. “Salario mínimo al presidente, pa’ que sepa qué se siente”, dice una de las consignas recurrentes en las protestas públicas de trabajadores. “ISSSTE a los legisladores federales”, podría ser otra. Son bien sabidos sus privilegios: a) dietas de primera en país de tercera; b) sobresueldos por trabajo en comisiones y apoyos para módulos de atención ciudadana; c) seguro de gastos médicos mayores, bonos de ahorro, anual y de marcha, etcétera.
Rumbo al 2012, esta Legislatura producirá, al menos, tres aspirantes serios a la candidatura presidencial, dos del Senado: Manlio Fabio Beltrones y Santiago Creel, y una de la Cámara de Diputados, Josefina Vázquez Mota.
Pero, como nunca, la 61 Legislatura arranca bajo el signo la sospecha delictiva: la presencia de los intereses del narcotráfico fue denunciada desde temprano, se habló de financiamiento de campañas e, incluso, de compra de candidatos y candidaturas. Al menos en un caso, el del diputado electo Julio César Godoy Toscano, medio hermano del gobernador de Michoacán, hay imputaciones directas; en otros casos, se identifican parientes incómodos de otros legisladores.
En plena recesión económica, está por verse si los legisladores promueven o apoyan reformas que incidan en la inversión productiva, el crecimiento económico, la competitividad y el empleo, o si juegan un papel de lastre. La mayoría PRI-PVEM, un bloque estable, puede torcer el presupuesto para mantener a sus clientelas.
En ese mismo jaloneo están empresas que buscan comprar o intimidar a quienes proponen un marco jurídico estricto respecto de empresas socialmente dañinas, como las que ofrecen productos mágicos —“de cuidado personal”—, verdaderas estafas, o las tabacaleras que fomentan adicciones que dañan severamente la salud y pesan sobre los presupuestos públicos en detrimento de prioridades sociales.
El momento es muy duro y el escenario está sembrado de riesgos. La nueva Legislatura está obligada a ser sensible a la realidad que vive la mayoría de los mexicanos, a evitar escándalos y despilfarros, a mostrar sentido de responsabilidad y acelerar el paso. Sin embargo, las prioridades están invertidas: se reducen recursos para la educación pero se dejan intocadas las prerrogativas para los partidos; ya tienen programados cuatro viajes para los primeros días de septiembre… No es hora de mezquindades. Todos tenemos que hacer algo. Ni la inercia ni la inacción son opciones. ¿Estarán los legisladores a la altura u, otra vez, perderá la sociedad y ganarán las oligarquías?
Presidente de Grupo Consultor Interdisciplinario, SC
jueves, 27 de agosto de 2009
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