Aguila Real

Se declaró al 2006 como el "Año del Águila Real", una especie especialmente importante para México, ya que además de encontrarse en peligro de extinción, es el símbolo nacional.

Sus poblaciones se han reducido significativamente por el uso de insecticidas, la modificación de su hábitat, el saqueo ilegal y los tendidos de energía eléctrica, por lo cual se requiere desarrollar un importante trabajo de conservación de la especie y de sensibilización a la sociedad. Con esta declaratoria se busca integrar a un gran número de sectores en acciones que aseguren su viabilidad.

La mayor concentración de ejemplares de esta especie se encuentra probablemente en el estado de Zacatecas, motivo por el cual se hizo la declaratoria oficial en esa entidad el próximo 13 de febrero, coincidiendo con el aniversario de la fecha en la que los Aztecas hallaron el águila posada sobre un nopal devorando a una serpiente, dando paso a la fundación de Tenochtitlán.

Entre las acciones a desarrollar a partir de la declaratoria se encuentran:

Sinergia de gobiernos federal, estatal y municipales para el desarrollo de un importante programa de conservación de la especie.

Elaboración de un inventario confiable sobre el número de ejemplares de la especie que aún viven en México.

Protección de nidos a través de la participación de miembros de las comunidades vecinas a los mismos.

Campañas de difusión que sensibilicen a la población sobre la especie y la importancia de participar en acciones para su protección.

El Águila Real es el ave rapaz de mayor envergadura de México.

Caza, principalmente, conejos, liebres, perdrices y ratas.

Habita en riscos y zonas áridas del país.

Se encuentra en el norte del país con, probablemente, las mayores concentraciones en Zacatecas.
La cacería ilegal de su presa debilita esta especie, por falta de recursos alimenticios.

El saqueo de pollo es probablemente una de las más grave afectación para la especie en México.

El impacto del uso de los primeros plaguicidas como DDT afectaron a muchas aves de presa ya que las sustancias tóxicas se concentraban en las grasas de los animales en la cúspide de la cadena alimenticia, provocando debilitamiento en la cáscara de los huevos que se rompían fácilmente al tratarse de empollar.

Para los antiguos mexicanos, el Águila Real representaba la más poderosa de las aves que se remontaba a grandes alturas, simbolizando lo grande, lo alto y elevado. Los mexicas creían que el sol, el dios que daba la luz y la vida, se convertía en águila para salir a cazar estrellas.

Esta majestuosa ave volaba a diario de oriente a poniente, separando los cielos del día y sus fuerzas; a su mano derecha quedaban los dioses del norte, y a su izquierda los del sur; combatía a la noche y renacía victoriosa para lograrlo, tenia que alimentarse de la tuna, el fruto del nopal, que a su vez representaba para ellos el corazón del hombre.

Fue considerada como el símbolo de la valentía, la bravura y la hazaña en la guerra, fue el emblema militar de los caballeros águila; ya que el sol mismo era el gran guerrero diurno, al que se asociaban los conceptos de guerra, conquista y señorío.

Desde la época prehispánica, el Águila Real represento el momento de la fundación de la gran ciudad de México-Tenochtitlan en 1325. Escena que fue presagiada por varios sacerdotes indígenas, quienes afirmaron que la honra y la gloria de esta ciudad jamás podrían ser borradas.

Así, el Águila Real continuo formando parte importante en el desarrollo de la historia de México, conservando al águila como símbolo emblemático. En la actualidad es considerada como el Escudo Nacional y simboliza la unión de los mexicanos y nuestras raíces.