Bajo Reserva

El Univeral

Martes 7. La bruma todavía no se disipa y la escena política recibe la noticia: Germán Martínez deja el PAN. La derrota ha sido terrible para él, para los panistas y, sobre todo, para el presidente Felipe Calderón. Lo que sigue es tratar de ponerle ruedas al auto que se ha desbarrancado, lleno de pasajeros, y borrar la pésima idea de “Guanajuatizar” al país: el PAN perdió la capital de Guanajuato y 11 alcaldías más, incluido San Miguel de Allende. Ahora le urge respirar un cambio. Pero, ¿quién puede retomar el PAN y hacer el trabajo que Calderón requiere para gobernar? ¿Quién puede ofrecer diálogo, reconciliación y acuerdos? Empieza la puja. Va una lista, con una nota: los primeros pueden ser los postreros: Josefina Vázquez Mota, Francisco Ramírez Acuña, Santiago Creel, Eugenio Elorduy, Ricardo García Cervantes, Javier Corral y Jorge Zermeño, a quien traerían de España para hacerle huequito a Germán por allá. Algunos han propuesto a Eduardo Bours. Sólo él pudo garantizar triunfos panistas.

Qué bien le fue al Partido Verde. Su 7% lo convierte en una fuerza nacional que ve a la cara al PRD de Jesús Ortega, y de arriba hacia abajo al partido de Elba Esther Gordillo (Panal) y a los dos chiquilines (PT y Convergencia) de Andrés Manuel López Obrador. Ahora le resta cumplirle a los electores. Su campaña se basó en la promesa de PENA DE MUERTE PARA SECUESTRADORES (con mayúsculas, y por todos los rincones del país). Si su idea era cumplir, y no sólo aprovecharse de las encuestas y del clima de inseguridad que azota al país, pues qué ingenuos, ¿no? Este debate fue superado en el Congreso esta misma Legislatura y rechazado por intelectuales y activistas no sólo mexicanos, sino de todo el mundo. Si la idea era sólo ganar votos, qué mal. Y suena más a lo segundo. El Verde votó en diciembre de 2005 a favor de suprimir de los códigos penales (federal y locales) la pena de muerte. No lo recordó en estas elecciones.

¿Es posible un Iztapalapa nacional? La pregunta, obvio, sacude a Jesús Ortega y abraza a los simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador. Pero hay que cuestionárselo, porque es inminente: si Los Chuchos llaman a una asamblea para correr a AMLO, ¿es posible que un llamado del tabasqueño les arrebate la dirigencia? Algunos piensan que sí. Entre ellos, el mismo Andrés Manuel, quien ayer dijo que no se va y que peleará su membresía. De cara a los resultados, un juicio puede poner la presidencia nacional en el asador. Queda claro que ya no pueden estar juntos. El domingo, Ortega habló tres veces con el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont; con AMLO, cero.

Apunte final: ¿Y la lista de quienes operan las guarderías subrogadas del IMSS? Van 32 días desde la tragedia en Hermosillo, Sonora. Si le quitan más nombres, cabrá en un post-it…