viernes, 23 de mayo de 2008

De 10 quejas por tortura, la PGJE sólo acepto una

Por: Ángel Flores/Alfonso Ochoa,
Viernes, 23 de Mayo de 2008
Correo

Sólo en una se encontraron elementos para acreditar la violación de garantías individuales, asegura Chowell
GUANAJUATO

Aunque en los últimos once meses, la Procuraduría de Derechos Humanos de Guanajuato (PDHG) inició 10 quejas por casos de tortura donde se involucra a elementos de la Policía Ministerial, la Procuraduría de Justicia del estado sólo reconoce un hecho donde aceptó la recomendación y aplicó medidas.

Así lo informó el procurador de Justicia, Daniel Federico Chowell Arenas, al conocer el informe dado a conocer ayer por la PDHG.

Fue entre abril del año pasado y marzo de este 2008 que la Derechos Humanos inició investigaciones por presuntos hechos violatorios de queja, el primero ocurrió el 7 de mayo de 2007 en el municipio León, aunque los hechos ocurrieron en el estado de Querétaro, por lo que la queja no fue admitida para investigarse en esta entidad.

El resto de las investigaciones ocurrieron en Acámbaro, con 3 casos; San Miguel de Allende, con dos; Guanajuato, San Francisco del Rincón, Romita y León cada municipio con un caso.

En el informe anual de la PDHG presentado ayer se comunicó que en cuatro casos de tortura, las investigaciones no continuaron porque se cancelaron por diferentes motivos; otra parte se encuentra en trámite y sólo en un caso –el de San Miguel Allende- la oficina encargada de velar por las garantías de los guanajuatenses determinó que no era necesario emitir una recomendación.

Al respecto el procurador de Justicia, Daniel Federico Chowell Arenas, únicamente aclaró que de los 10 casos de tortura investigados por Derechos Humanos, nueve involucran a la Policía Ministerial de Guanajuato y de esos casos, sólo en uno se encontraron elementos que acreditaron la violación de las garantías individuales de los ofendidos.

Por lo tanto, comentó, se tomaron las "medidas pertinentes" para acatar la recomendación de la oficina del ombudsman Manuel Vidaurri Aréchiga, concluyó.

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