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Mario Arturo Mendoza Flores (*)
Sábado, 29 de agosto de 2009
Para la mayoría de los oaxaqueños, resulta impostergable un cambio en la forma de gobernar el estado. Por eso el interés de miles de ciudadanos por participar decidida y activamente en su transformación.
Para rescatarlo de esos últimos lugares en los índices de desarrollo humano nacional y de pobreza; por cambiar esa realidad que a muchos lastima, indigna y conmueve, y que es resultado de un ejercicio de poder ausente, insensible y ajeno al sentir de la población.
De ahí que los ciudadanos se unan, se organicen y aporten ideas cuyo único propósito es fortalecer el contrato social que permita una mejor convivencia, que impulse el desarrollo económico, la democracia participativa, las oportunidades para todos y particularmente un buen gobierno.
Estoy convencido que será con la participación ciudadana responsable, talentosa y plural, como se habrán de empujar los cambios que nuestro estado nos demanda.
Seguramente alguien se preguntará ¿y qué es eso de la participación ciudadana? Pues es un derecho fundamental de los gobernados que sirve como apoyo a las actividades de gestión y administración de los órganos de gobierno para efecto de hacer eficiente su ejercicio.
Teóricamente es una prerrogativa que se tiene para poder elegir a los representantes de al menos dos órganos de gobierno: el poder ejecutivo y el poder legislativo; pero su alcance tiene que ver mucho más allá de un simple sufragio universal o con actividades electorales.
Actualmente la participación ciudadana considera la construcción de mecanismos que modifiquen el accionar del gobierno, pero siempre pensando en su mejoría y sin que se tenga que ser parte de la administración pública o el pertenecer a un partido político.
Otra forma en que se manifiesta la participación ciudadana es a través de la constitución de las Organizaciones No gubernamentales, mejor conocidas como las ONGs, la cuales tienen como propósito pugnar por ciertos temas sociales, sin buscar sustituir las funciones del gobierno, pero si evaluándolas, cuestionándolas e incluso apoyando aquéllas que son acordes a sus propósitos.
Por eso, cuando hay gobiernos autoritarios --como el de Oaxaca-- la Participación Ciudadana les incomoda, les molesta y les estorba; pues precisamente entre sus objetivos está el de erradicar esas prácticas que sólo impiden un ejercicio democrático pleno y permanente.
De ahí su importancia y el reconocimiento que se han venido ganando a pulso durante los últimos años.
Es por eso que deseo reconocer el trabajo intenso de ciudadanos oaxaqueños inquietos por ver un Oaxaca distinto al que los malos gobierno han hecho de nuestro estado; me refiero a Angélica Castro Rodríguez, Yésica Sánchez Maya, Marcos Leyva Madrid, Miguel Ángel Vásquez, Ana María García Arreola, Ana María Hernández Cárdenas, Alma Delia Gómez Soto, Carmen Altamirano, Eduardo Bautista, Fernando Melo, Filoteo Vicente Revilla, Florentino López Martínez, Germán García Martínez, Isidro Aragón Morales, Isaac Torres Carmona, Joel Molina Martínez, Jonatan Hernández Belmonte, Juan José Consejo, Laura López López, Lázaro Cruz Hernández, María Eugenia Mata, Mario Perea Oropeza, Melitón Bautista Cruz, Israel Hernández, Neftalí Reyes Méndez, Raúl Méndez de los Santos, Víctor Raúl Martínez Vásquez, así como de varias ONGs, quienes el jueves pasado presentaron el anteproyecto "Ley de Participación Ciudadana para el Estado de Oaxaca", primero lo hicieron de frente a la sociedad civil, contando con la presencia de los diputados Benjamín Robles de Convergencia, Wilfrido Vásquez del PRD y Dagoberto Carreño del PAN, quienes se comprometieron a discutir y a defender su contenido en el Congreso local.
Enseguida y para cubrir las formas, lo entregaron en la oficialía de partes de la LX legislatura estatal, que preside el priísta Herminio Cuevas, para ver si en ellos existe la voluntad para sumarse a este gran esfuerzo por rescatar a nuestro estado.
Entre los instrumentos propuestos de la participación ciudadana sobresalen algunos temas que en verdad resultan urgentes su análisis y su discusión, para su posterior aprobación.
Entre los que sobresalen: La iniciativa popular legislativa; la iniciativa popular en materia administrativa; el plebiscito y la ratificación de mandato; el referéndum; la revocación de mandato; la petición de remoción administrativa; la observancia, monitoreo o Contraloría ciudadana de la gestión pública y de la prestación de servicios públicos; la consulta y la audiencia pública; el cabildo abierto; la gaceta de información a la ciudadanía; la asamblea comunitaria; tequio o trabajo colectivo y el presupuesto participativo.
Muy completo como podemos observar, además de claro.
Enseguida intentaré resumir el objetivo de algunos de estos instrumentos.
Plebiscito: Es una consulta a los electores para que expresen su aprobación o rechazo previo a actos o decisiones del gobierno, que a su juicio sean trascendentes para la vida pública.
Referéndum: Es un instrumento de participación directa mediante el cual la ciudadanía manifiesta su aprobación o rechazo sobre la creación, modificación, derogación o abrogación de leyes propias de la competencia del poder legislativo.
Iniciativa popular: Es un mecanismo mediante el cual los ciudadanos presentan al poder legislativo proyectos de creación, modificación, reforma, derogación o abrogación de leyes y decretos propios del ámbito de su competencia.
Consulta ciudadana: Es el instrumento a través del cual las iniciativas del poder ejecutivo y poder legislativo, someten a consideración de la ciudadanía por medio de preguntas directas, foros, o cualquier otro instrumento de consulta, cualquier tema que tenga impacto trascendental en los distintos ámbitos temáticos y territoriales de su competencia.
Colaboración ciudadana: Es la facultad de los ciudadanos para colaborar con los organismos de gobierno en la ejecución de obras o prestación de servicios públicos.
Rendición de cuentas: Es el derecho de la ciudadanía de recibir de las autoridades, informes generales y específicos acerca de la gestión y administración pública, y evaluar la actuación de los servidores públicos.
Difusión pública: Es el derecho que tienen los ciudadanos de exigir a las autoridades que presenten planes y programas, con difusión permanente y accesible acerca de las acciones y funciones a su cargo en términos de ley.
Red de contralorías ciudadanas: Es el instrumento de participación ciudadana que asumen el compromiso de colaborar de manera honorífica con la administración pública, para garantizar la transparencia, eficacia y eficiencia del gasto público.
Audiencia pública: Es un instrumento de participación ciudadana por medio del cual los ciudadanos tienen la facultad de proponer la adopción de determinados acuerdos o la realización de ciertos actos, recibir información de los órganos de la administración pública sobre sus actuaciones, presentar propuestas o quejas relacionadas con la administración pública, participar en la evaluación de los programas y actos de gobierno.
Recorridos del titular de la entidad: Los titulares de la administración pública dentro de su competencia deben hacer recorridos periódicos, a fin de verificar la forma y las condiciones en que se prestan los servicios públicos, el estado en que se encuentran los sitios, obras e instalaciones en que la comunidad tenga interés. Asamblea ciudadana: Es el instrumento permanente de información, análisis, consulta, deliberación y decisión de los asuntos de carácter social, colectivo o comunitario; así como para la revisión y seguimiento de los planes programas y políticas públicas a desarrollarse en su ámbito de competencia.
Ojalá que muy pronto algunas de ellas se conviertan en leyes. ¡Felicidades!
(*) Presidente del C.D.E. de Convergencia en el estado de Oaxaca.
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