miércoles, 24 de junio de 2009

Participación ciudadana en elecciones

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En los próximos comicios, de acuerdo con el Instituto Federal Electoral, podrán sufragar 77 millones 481 mil 874 ciudadanos contemplados en la lista nominal de electores. Las estimaciones más conservadoras señalan que sólo entre un 37 y 43% de estos acudirán a las urnas.

Fernando García Ramírez, coordinador de Lupa Ciudadana, dijo: “todo parece indicar que ésta va a ser una elección de muy pocos electores, va a ser una elección de militantes y eso abre un vacío muy peligroso, hay que recordar que en política todos los vacíos se llenan y una elección sin electores abre el camino hacia el autoritarismo”.

Más de 70% de la ciudadanía percibe mayor inseguridad hoy, que hace un año.

Crisis económica, pérdida de empleo, azote del crimen organizado son sólo algunos de los temas que la mayoría de la sociedad mexicana percibe como urgente resolver. Sin embargo, las respuestas de las autoridades son lentas y, en medio de una campaña electoral, el ánimo decae.

“Muchos ciudadanos que ya hemos votado con la esperanza y con la convicción de que esos partidos y esos candidatos nos van a cumplir con los compromisos y ha sido un fraude y la verdad, por qué voy a volver a confiar en ellos”, expresó Maité Azuela, del Movimiento ciudadano de DHP.

Organizaciones ciudadanas, como México Unido Contra la Delincuencia y el Sistema de Observación por la Seguridad Ciudadana, han canalizado el descontento para intentar incidir en la toma de decisiones en materia de seguridad y compromiso político.

Ana Franco de Wattnem, presidenta de México Unido Contra la Delincuencia, manifestó el 10 de junio de 2009: “cuatro vertientes, prevención del delito, procuración de justicia, administración de justicia y readaptación social. Se está creando la referencia con la sociedad mediremos los avances y los logros de las autoridades estatales, municipales y representantes del próximo congreso”.

En el primer caso todas las fuerzas políticas suscribieron diez compromisos por la seguridad que deberán contemplar en su agenda política, mientras que en la iniciativa denominada "Mi voto por tu compromiso", los candidatos deberán adherirse a propuestas concretas y certificarlas ante un notario; de ganar las elecciones deberán impulsar reformas legislativas para facilitar la participación de la ciudadanía.

Alejandro Martí, presidente de la organización civil, SOS, declaró: “ahora es el momento de los ciudadanos de sacar un plan propositivo, todos los mexicanos venderemos nuestro voto por tu compromiso, vendámoslo muy caro, no queremos más concursos de photo shop y slogans publicitarios absurdos para ganar, queremos acciones”.

Las preguntas siguen en pié: ¿dónde estará la ciudadanía el día de la elección? Y, aún más importante, ¿qué hará después de los comicios intermedios del cinco de julio?
"La participación democrática no se agota en las urnas", es una lección que la ciudadanía mexicana no termina por aprender.

“70 años de dominio priista no pasan en vano, es decir, se enmohecieron los resortes sociales, la gente está acostumbrada a pensar que la democracia se agota el día de la elección y al contrario, la democracia comienza el día de la elección, hay un trabajo de base de calle que no se hace, de ciudadanía de estar exigiendo, protestando”, comentó Fernando García Ramírez, coordinador de Lupa Ciudadana.

En gran medida el problema radica en un diseño institucional que mantiene excluida a la participación ciudadana.

“Nuestro lema es: "si no pueden renuncien". El único mecanismo de que puedan renunciar es que la ciudadanía pueda premiar a los diputados o a los senadores o a los presidentes municipales o a los delegados, si su conducta es buena, poder reelegirlos”, dijo Alejandro Martí, presidente del Sistema de Observación por la Seguridad Ciudadana.

“La nueva ley electoral que se aprobó el año pasado cierra los espacios a la ciudadanía, no se permiten las candidaturas ciudadanas, no se permite que los ciudadanos presentemos una iniciativa en el Congreso. Con la nueva ley electoral me parece que los partidos dieron la espalda a la ciudadanía y movimientos, como por ejemplo el voto nulo, me parece que aunque movimiento desesperado y finalmente estéril son una muestra de que la ciudadanía le está respondiendo de la misma manera, dándole la espalda al sistema partidocrático”, expresó Fernando García Ramírez.

Organizaciones civiles como Dejemos de hacernos pendejos y Lupa ciudadana hacen uso de las herramientas a la mano para discutir y proponer salidas a la inmovilidad, algunas de ellas muy creativas para no sólo hacer escuchar las demandas, sino ir más allá, establecer un contrapeso de las decisiones aisladas que generalmente toman quienes obtienen la mayoría en el Congreso.

“500 ciudadanos, sobre 500 diputados y la idea es que concluyendo el congreso, 500 ciudadanos se dediquen a estar dándole seguimiento a un diputado, estamos pensando que quizá sea más de un ciudadano por diputado, eso sería increíble para ver cómo la participación ciudadana no sólo va evolucionando en cantidad, sino en calidad, que unos diez ciudadanos estén monitoreando, nos estén diciendo cómo gasta, si presenta iniciativas, si se presenta al Congreso y tener una página de internet que nos esté reportando cómo va esto”, manifestó Maité Azuela, del Movimiento Ciudadano DHP.

“Prometer no cuesta nada, entonces, los candidatos en campaña, en una actitud muy mediática están continuamente prometiendo y diciendo sí a todo y nosotros lo que hacemos es consignamos sus promesas, las sometemos a una evaluación y las ponemos a consideración de la ciudadanía para que la ciudadanía tome la mejor decisión en función de esta evaluación que hacen los especialistas”, indicó Fernando García Ramírez.

A través de diversos sitios en internet, la convocatoria ciudadana crece, pero también la fiscalización del actuar público, mecanismos necesarios para que todos juzguen y mejor aún exijan a sus representantes no hacer nada extraordinario, simple y sencillamente su trabajo.

“Lo más importante es que ya estamos dispuestos a participar y no tirar la toalla a la primera, que se vuelva complicado participar, yo creo que si un cambio se va a dar en el país no va a venir de los políticos, va a venir de los que estamos a fuera de la ventana aventando piedritas y logremos algunos cambios de reglas justamente para que se abran espacios de incidencia ciudadana”, agregó Maité Azuela.

“Esto podría ser una tragedia para la democracia, yo creo que no podemos desperdiciar, un voto en blanco es un cheque en blanco, tenemos que aprovechar la coyuntura, ya nuestros gobernantes y los aspirantes entendieron claramente el descontento que hay hacia su forma de actuar, hacia los partidos políticos, la insatisfacción y la molestia está dada, el anuncio está dado”, concluyó Alejandro Martí.

Si bien aún es incipiente la participación del grueso ciudadano en cuestiones públicas, el establecimiento y consolidación de esta nueva cultura necesariamente pasará por la apertura de espacios de expresión pues si bien es cierto que internet es una herramienta útil, todavía es ajena al grueso de la población.

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