Reforma
Felipe Díaz Garza
13 Dic. 08
Si en condiciones normales de la economía mexicana, que está "en crisis desde que nací", como dice mi hijo de 30 años, es insultantemente agresiva la prosperidad de los servidores públicos, se vuelve verdaderamente ofensiva en un crítico lapso crítico como el que los mexicanos atravesamos en este preciso momento. Con más razón nos golpea feamente la moral la bonanza de los que literal y nominalmente nos representan cuando, por nuestra cuenta, se vacuna su salud financiera, mientras los demás, millones de los demás, pasaremos una amarga Navidad, desempleados o perdiendo clientela o esperando el golpe mortal que nos depara el futuro inmediato.
Si por buena gente, no ha adivinado para quiénes va la dedicatoria de este artículo, me refiero a los 500 diputados federales que, sin distinción de partido de origen, ideología, religión, etnia ni razón social ni mental, recibirán una bolsa de 252 mil 873 pesos por concepto de aguinaldo y compensaciones, pues la Cámara baja, a la que pertenecen (o más bien: que les pertenece), absorberá el pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR), del que son causantes por esta prestación y por las aportaciones al fondo de ahorro de los legisladores.
El jugoso regalo navideño que se autorizaron ellos mismos, para lo que no batallaron en ponerse de acuerdo, como sucede en asuntos vitales para la nación, se compone de 171 mil 591 pesos de aguinaldo neto, que ya comenzaron a recibir, así como de 81 mil 273 pesos por la devolución del ISR. A los recursos de fin de año por 252 mil 873 pesos se les deberá sumar la cantidad de 152 mil 446 pesos que cada mes reciben los diputados por dieta: 77 mil 888 pesos; asistencia legislativa: 45 mil 786 pesos, y atención ciudadana: 28 mil 772 pesos.
En total, con el autoaguinaldo, el patrocinio de sus impuestos por la Cámara y los ingresos "ordinarios" de cada mes, los legisladores tendrán este diciembre un fuerte blindaje contra la crisis de 405 mil 319 pesos por cada uno de los 500 esforzados representantes populares. Además, la semana pasada, los señores diputados habían recibido en sus cuentas la cantidad de 4 mil 872 pesos, que antes se entregaba en vales por concepto de canasta navideña, y ahora es en efectivo.
Por increíble que le parezca, el pueblo al que estos bucaneros representan son usted y su vecino y su otro vecino y el de enfrente y el de la esquina y el del restaurante cerrado por falta de clientes y el de la ferretería clausurada por Hacienda porque al dueño se le olvidó enterar el IVA y el de a la vuelta que lo reajustaron en la tienda y le "negociaron" el aguinaldo para pagarle sólo una parte ahora y, el resto, si se puede, en enero y, si no se puede, pues no se puede. También incluye a los grandes empresarios emproblemados a nivel de cárcel (si hubiera legisladores responsables) con los imponderables derivados. Pero ésos, los grandes empresarios en problemas serios, son poquísimos y, además, sus empresas pobres providencialmente tienen empresarios ricos, por lo que la crisis y los diputados abusivos les hacen lo que el aire a Juárez, contra quien sólo pudo la angina de pecho.
Los autoaguinaldeados diputados nos representan en realidad a usted y a mí, pues. Y nosotros dos y nuestros otros vecinos, igual de pobres y amargados que usted, pasaremos la Navidad y el Año Nuevo y la Semana Santa y el verano sin aguinaldo, sin regalo de reyes y sin vacaciones en la playa, pero pagaremos, aunque no tengamos con que o aunque nos quedemos sin que, la dieta, el aguinaldo y otros ingresos de los legisladores. Mas, lo que es el colmo de los colmos, es que también pagaremos, vía nuestros impuestos (lo mismo que todo lo que se autopagan, pues ellos aprueban todos los presupuestos), los impuestos que debería pagar esta pandilla de zánganos. Eso mientras a usted, en el consultorio médico de barrio, que atiende de ocho a ocho, le cayó una nube de auditores de Hacienda, del inefable SAT, porque le detectaron una "inconsistencia" en su última declaración.
Pero, por mandato legislativo, la Cámara se encargará este año, como los anteriores, de arreglar las "inconsistencias" de los impuestos de los diputados, cobrándoselos a usted, a quien han convertido, para el efecto, en deudor solidario de los impuestos de sus representantes que, cuando votan, no se acuerdan los muy infieles a quién representan sino a quien o lo que les representa a ellos beneficios políticos o, cuando menos, económicos.
A ver, pregúnteles a los autoaguinaldeados: qué han legislado para impedir o frenar la crisis económica que nos envuelve o qué han hecho para proteger al pueblo empobrecido de los embates de Hacienda o para que la dichosa SHCP triangule los costos fiscales de los pobres, de las docenas de millones de mexicanos empobrecidos o en vías de empobrecimiento, así como legislaron que el Congreso pagara sus impuestos, para saldar por cuenta del mal representado pueblo de México las "inconsistencias" en sus declaraciones, convirtiéndolas en "inconsistencias" fiscales de toda la raza mexicana, exceptuados sus para nada representativos representantes para nada populares.
Correo electrónico: diazgarza@gmail.com
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