Correo
Domingo, 19 de Octubre de 2008
El tema de actos delictivos siempre va ligado al consumo de bebidas embriagantes, y en San Miguel de Allende no es la excepción.
El director de Seguridad Pública local, Daniel Adrián Trujillo García, ha reconocido en repetidas ocasiones que uno de los problemas graves del municipio en materia de seguridad es el pandillerismo, por tanto hasta ha implementado algunos programas para buscar que los jóvenes que integran una banda se dediquen a cosas más productivas como el deporte.
Sin embargo no han sido muy fructíferas sus acciones, pues el pandillerismo se ve todos los días en las calles del municipio, inclusive en las comunidades, pero sobre todo en las colonias donde habitan familias de escasos recursos.
Con el afán de evitar el pandillerismo, los elementos de seguridad pública han utilizado algunas medidas y acciones que para algunos habitantes del municipio son consideradas como prepotencia policiaca.
Uno de los caso que es analizado aún por la Procuraduría de los Derechos Humanos, es por la muerte de Adrián Valdez Bertadillo, de 24 años de edad y con domicilio en la avenida Reforma de la colonia Ignacio Ramírez, quien consumía bebidas embriagantes en la calle y presuntamente por tal acción fue remitido, el 28 de junio de este año, a los separos preventivos, pero en el trayecto saltó de la patrulla y cayó de cabeza, lo que le provocó traumatismo cráneo encefálico y falleció minutos después de haber salido de barandilla, ya inconsciente.
Sin embrago, un gran sector de la población está de acuerdo con algunas prácticas en contra de las pandillas, quienes reconocen que éstas hacen lo que quieren en las calles, las cuales toman como centro de diversión y consumo de bebidas embriagantes y drogas.
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