Por: Arturo Tavarez,
Lunes, 08 de Octubre de 2007
Correo
Los habitantes del norte del estado, los que padecen mayor marginación
ESTADO
El estado de Guanajuato mantiene niveles de pobreza que lo sitúan todavía lejos de otras entidades donde el desarrollo social y humano ha sido más homogéneo.
Después de casi 16 años de gobiernos estatales panistas, Guanajuato ocupa en el contexto nacional el lugar 11 en grado de rezago social y el 14 en grado de marginación, considerados como alto y medio.
Por ello, la entidad está ubicada por abajo de la media tabla con relación a los estados con mayor desarrollo social. Entidades como Nuevo León, Baja California y Coahuila tienen los menores grados de rezago social y marginación en todo el país al ocupar las posiciones 31, 30 y 29, respectivamente.
Incluso el estado de Aguascalientes está mejor ubicado que Guanajuato al encontrarse en la posición 24 dentro del contexto nacional. Todo lo contrario, sería el caso de los estados de Guerrero, Chiapas y Oaxaca, las entidades que tienen los más altos índices y grados de pobreza y marginación.
Se ubican en las posiciones 1, 2 y 3. En ese orden numérico son los más pobres y Guanajuato sólo está a 8 dígitos de Oaxaca en el grado de rezago social, por citar
EVALUADOS POR EXPERTOS
Estos resultados son producto de los estudios hechos por el Consejo Nacional de Evaluación de Políticas de Desarrollo Social (Coneval), con datos del Conteo de Población y Vivienda 2005 que efectuó el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).
El Coneval es un organismo público descentralizado, creado al amparo de la Ley de Desarrollo Social y sectorizado a la Sedesol. Es preciso subrayar que el Coneval está conformado por seis consejeros, todos ellos destacados académicos investigadores del país y un secretario técnico nombrado por el presidente de la República.
Su integración es respaldada por las secretarías de Desarrollo Social de las entidades federativas y por algunas secretarías federales como la SEP, Salud y Sagarpa.
Su propósito fundamental es revisar periódicamente el cumplimiento del objetivo social de los programas, metas y acciones de la política de desarrollo social.
En estas mediciones de la pobreza se utilizan como indicadores aspectos tales como el analfabetismo, educación básica, derecho habiencia a servicios de salud, viviendas con pisos de tierra, acceso a agua potable, drenaje y energía eléctrica, e incluso la tenencia en el hogar de refrigerador o lavadora.
Con base en la información generada por el Instituto Nacional de Geografía Estadística e Informática (INEGI), el Coneval tiene como metodología de estudio la medición la pobreza mediante 13 indicadores, los cuales dan paso a la medición de los índices de rezago social y grado de rezago social, así como al índice de marginación y grado de marginación.
MUNICIPIOS CON POBREZA ALIMENTARIA GRAVE
El mismo tipo de estudio que se aplicó a nivel nacional para todas las entidades federativas, también se realizó para todos los municipios del país. Sin embargo, existen en este caso tres indicadores que miden otros aspectos de la pobreza: la pobreza alimentaria, que no es otra cosa que la falta de los alimentos necesarios.
Se midió también la pobreza de capacidades, que son aquellos hogares cuyo ingreso es insuficiente para cubrir las necesidades de alimentación, educación y salud. El tercer indicador que se incluyó se refiere a la pobreza de patrimonio y se refiere a los hogares cuyo ingreso es insuficiente para cubrir las necesidades de alimentación, salud, educación, vestido, calzado.
Tan sólo en estos tres indicadores los porcentajes nacionales son inferiores a nivel estatal. En pobreza alimentaria el porcentaje de hogares en el estado es del 18.9 por ciento y a nivel nacional es del 18.2; en pobreza de capacidades el porcentaje estatal es del 26.6 por ciento y el nacional es del 24.7 por ciento; en pobreza patrimonial el porcentaje es del 51.6 por ciento y el nacional es del 47 por ciento.
En general, los municipios con menor grado de rezago social son en el siguiente orden: Salamanca, León y Celaya, con las posiciones 46, 45 y 44. El otro extremo está con los municipios donde el grado de rezago social o miseria es por demás latente, son los del norte del estado.
En las posiciones 1, 2 y 3 de rezago social están Atarjea, Tierra Blanca y Xichú. Los indicadores de pobreza alimentaria, pobreza de capacidades y pobreza de patrimonio, son verdaderamente graves en los municipios de Xichú, Atarjea y Tierra Blanca.
Para ser precisos, por ejemplo, en Xichú la pobreza alimentaria alcanza al 60.8 por ciento de los hogares; la pobreza de capacidades alcanza al 68.5 por ciento de los hogares y la pobreza patrimonial alcanza al 83.6 por ciento de los hogares.
La población total de estos tres municipios ronda poco más de los 32 mil habitantes, pero en su inmensa mayoría viven y sufren la pobreza en todos los aspectos. Carecen de los recursos económicos suficientes para subsistir, pero también carecen de los servicios básicos y de la infraestructura pública para salir de su marginación.
Sin embargo, muchos hogares guanajuatenses tienen serios problemas para satisfacer las necesidades básicas de alimentación, salud, educación, vestido y calzado. En pocas palabras, sus ingresos son insuficientes.
El municipio de León, aún con todo el desarrollo económico alcanzado, el 38.2 por ciento de sus hogares está en el rango de pobreza de patrimonio. Otro municipio que muestra estos contrastes a pesar de su desarrollo turístico es San Miguel de Allende, con un 83.2 por ciento de sus hogares cuyo ingreso económico no satisface sus más elementales necesidades.
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