Apoyan diputados frenar 'minicasitas'

Una casa en Escobedo que antes costaba 125 mil pesos ahora vale casi el doble, es 50 por ciento más pequeña y está hasta García.
Foto: EL NORTE

Afirma Carlota Vargas que la próxima semana comenzarán a analizar las dimensiones ideales para casas y terrenos

Deyra Guerrero

Monterrey, México (13/10/2007).- Al menos en los números, la reforma con la que se pretende fijar un tamaño mínimo en los lotes de vivienda de cualquier fraccionamiento lleva ya todas las de ganar rumbo a su aprobación en el Congreso del Estado.

Un sondeo realizado por EL NORTE entre los diputados locales reveló que hasta ayer 29 votarían a favor, 8 no han definido su postura y el legislador Felipe Enríquez iría en contra de la iniciativa, por considerarla simple demagogia que no resuelve el problema de fondo.

Para la aprobación de la reforma a los Artículos 150 y 156 de la Ley de Ordenamiento Territorial del Estado, que establecería para los lotes de vivienda una superficie mínima de 140 metros cuadrados y 7 metros de frente, sólo se requiere mayoría simple, que ya estaría garantizada.

Aunque Julián Hernández, coordinador de la fracción mayoritaria del PAN, prefirió no revelar abiertamente si apoyaba la iniciativa y si promovería el voto en bloque a favor de la misma, trascendió que es un hecho que su fracción la respaldará.

Síntoma de esto es que de 22 miembros de esta bancada, además de Hernández, sólo Fernando Larrazabal rechazó adelantar su postura, y el resto se manifestó a favor de ordenar por Ley casas más grandes.

Mientras las fracciones del PRI y el Panal se dividen los votos a favor con los indecisos, el PT y el PRD dejaron claro que apoyarán la reforma.

Pese a los metros que propone la iniciativa para los lotes, tanto éstos como las dimensiones mínimas que se establecerían para la construcción de las viviendas serían todavía temas de discusión y negociaciones.

Carlota Vargas, presidenta de la Comisión de Desarrollo Urbano, afirmó que a partir de la próxima semana se abordará el asunto y se buscarán reuniones con todos los sectores involucrados, especialmente las cámaras empresariales.

"Queremos lograr un consenso, buscar un punto medio, alguna alternativa que nos permita llegar a un acuerdo", dijo Vargas.

"De que habrá un terreno mínimo en los lotes, lo habrá; esto es algo a lo que ya no se le puede sacar la vuelta; pero si no es de 140 metros, puede ser de 120 metros cuadrados u otra opción".

Al cuestionar por separado a cada uno de los legisladores sobre la reforma, la mayoría coincidió en que es importante que se determinen parámetros de una vivienda digna, para mejorar las condiciones de vida de las familias nuevoleonesas y frenar conflictos sociales.

El hacinamiento en las "minicasitas", y los problemas que esto genera, como violencia intrafamiliar, pandillerismo, insalubridad y enfermedades mentales, y la falta de bienestar, fueron la constante en los argumentos de los diputados para fijar un tamaño mínimo en el lote.

Sin embargo también hubo un punto en común en todas las fracciones parlamentarias: la necesidad de consultar expertos en desarrollo urbano, a las autoridades, a los empresarios, y de realizar un estudio técnico a profundidad antes de llegar a una decisión.

El panista Ricardo Vázquez Silva, que fue quien en mayo pasado presentó la iniciativa, afirmó que es factible la aprobación de la reforma.

"Sí se puede aplicar si existe voluntad por parte de todos los sectores involucrados de darle prioridad a la calidad de vida de la población", dijo Vázquez.

Norma Robles, también del PAN, argumentó que por mandato constitucional todos los ciudadanos deben habitar una vivienda con espacios suficientes.

"La Constitución dice que debe haber una vivienda digna, y una vivienda digna no es una ratonera en donde se acuesten todos juntos y apenas se puedan mover", expresó Robles. La legisladora priista Clara Luz Flores indicó que un buen Gobierno inicia por un buen desarrollo urbano, por lo que debe haber una mejor regulación en esta materia.

El Infonavit en Nuevo León, el Instituto Estatal de la Vivienda y la Agencia de Planeación para el Desarrollo Urbano han rechazado la reforma por considerar que pondrá las casas en un costo fuera del alcance de los trabajadores y que no elevará la calidad de vida.