Los Howard presionaron al INBA para legitimar cartas de Kahlo

La especialista Raquel Tibol, en imagen de archivo Foto: Francisco Olvera

Reitera Tibol que la colección es apócrifa; “Frida no utilizó ese lenguaje prostibulario”
El pintor Arturo García Bustos extendió certificado de autencidad al matrimonio estadunidense

ANGEL VARGAS
La Jornada

Dos nuevas noticias emergen a la luz pública en torno a la colección de cartas supuestamente escritas por Frida Kahlo, que la crítica de arte Raquel Tibol denunció como apócrifas el pasado viernes.

La primera es que sus propietarios, el matrimonio de ciudadanos estadunidenses formado por Joanne y Graeme Howard, han tratado a toda costa de legitimar de manera oficial la colección en México, aunque con resultados infructuosos hasta la fecha.

La segunda es que sí existe una certificación de autenticidad de dichos documentos, expedida por el pintor Arturo García Bustos, quien dijo a La Jornada (en la nota publicada el sábado pasado) que no recordaba haber suscrito nada al respecto.

De ambos hechos dio cuenta a este diario el especialista Francisco Vidargas, a quien le fue ofrecida con inusual insistencia la colección cuando fungía como director del Centro Cultural El Nigromante, ubicado en San Miguel de Allende, Guanajuato, y dependiente del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).

El crítico de arte precisa que eso ocurrió a mediados del año pasado, y explica que desechó el ofrecimiento porque le parecieron “muy raros” los supuestos documentos de Frida, así como el desmedido empeño que mostraron los dueños de la colección para que fuera expuesta, algo que llegó incluso a convertirse en presión.

“Tuve dudas desde un principio y le di largas al final. Siento que la insistencia era para legitimar la autenticidad de los documentos en un espacio del INBA. Nunca tuve contacto directo con los propietarios, pero sí con su representante, el señor Fernando M. Díaz, quien se ostenta como dueño de una galería y profesor de arte del INBA.”

La solicitud de exhibición le fue presentada a Vidargas, acompañada de un certificado, en el que Arturo García Bustos, en su condición de alumno de Frida Kahlo y miembro de número de la Academia de Artes, refrenda la autenticidad del acervo, que en un principio –se decía– estaba integrado por 60 misivas presuntamente escritas por Frida Kahlo.

Opinión de Tibol

Al respecto, Tibol reiteró a La Jornada que se trata de documentos apócrifos, según pudo constatar cuando le remitieron una serie de “20 copias finas” de ese material para que emitiera su opinión al respecto.

“No es la caligrafía de Frida, ni cosa que se parezca”, señaló la especialista. “Están hechas en bloc tamaño carta, de papel amarillo rayado. Frida era muy cuidadosa en el tipo de papel que utilizaba para escribir, incluso así lo dice en varias cartas, cuando se refiere a la mala calidad del papel en que está escribiendo. Jamás he encontrado una carta escrita en un papel de esas características”, como en la citada colección, señaló.

“Además, están escritas en un lenguaje prostibulario, soez y burdo, que no hay que confundir con el lenguaje popular y pícaro de Frida, un lenguaje con gracia y conveniencia” del que dan cuenta “sus cartas auténticas”.

La colección propiedad del matrimonio Howard lleva por título El águila inválida: el coraje y la creatividad de Frida Kahlo. Fue adquirida por la pareja estadunidense –avencidada en San Miguel de Allende– en septiembre de 2005 y aunque no se especifica quién es el vendedor, se infiere que fue al anticuario Carlos Noyola Fuentes, de Monterrey, Nuevo León, a quien se menciona en los créditos.

El acervo consta de 43 documentos, de acuerdo con el certificado expedido por Arturo García Bustos (del cual La Jornada posee copia), con fecha 6 de marzo de 2006:

“Los señores Howard me enseñaron los originales de estas cartas y los dibujos que traían doblados y guardados en una preciosa cajita de artesanía mexicana, que en su interior se lee la firma de Frida Kahlo, y que contiene 37 importantes documentos, de los cuales ocho son cartas escritas por Frida Kahlo en sobres destinados a ella misma, 27 son notas casi todas firmadas y dos son postales de la ciudad de París, una escrita por ella, firmada FK, que nunca fueron enviadas.

“Además, me mostraron seis dibujos sobre papel de diferentes tamaños, realizados en tinta, acuarela y carbón, firmados por Frida Kahlo. Tengo el gusto de poder afirmar y dar fe de que se trata de 43 piezas auténticas de tan importante artista del siglo XX, Frida Kahlo, por lo cual extiendo esta carta de autenticidad que ampara la originalidad de esas obras pictóricas, notas, cartas y manuscritos.”

Ante la negativa a exhibirla en el centro El Nigromante, la colección se presentó en San Miguel de Allende, pero en una galería acondicionada en una tienda de nombre Casa Maxwell.

Inaugurada el 2 de octubre de 2006, con un costo de ingreso de 50 pesos, la muestra llevó por título Las cartas y dibujos secretos de Frida Kahlo. Para entonces la autenticidad de los documentos ya era respaldada por la pintora Rina Lazo, esposa de García Bustos y alumna de Frida; Fernando M. Díaz y Elena Brown Ghinis.