Lecciones del nuevo urbanismo

848282Rodrigo Mejía-Andrión
aseviviendas@cableonda.net
noticias.com
Panama

OPINIÓN.

En el archipiélago de las Perlas, la familia Eleta es propietaria de isla San José, que tiene interesantes bahías y ensenadas, playas, bosques maduros, hermosos cerros, variedad de aves permanentes y migratorias, anidamiento de tortugas y, lo mejor, un pueblo donde residen permanentemente unas 200 personas, y ocasionalmente otras 200 que buscan sobrevivir en el resto del país.

Los Eleta, interesados en lograr el mejor proyecto, uno que respete los encantos naturales del sector, buscaron entre las firmas de urbanistas los que se hubieran destacado por la calidad de las obras que sus diseños produjeron. Hallaron la firma del cubano-americano Andrés Duany, lo que parece ser el mayor acierto del grupo Eleta.La teoría básica de Duany es el "nuevo urbanismo", con la cual ha acumulado éxitos sin precedentes y ha servido para reorientar el diseño de unas 250 comunidades de Estados Unidos, además de recibir innumerables premios y menciones en revistas y periódicos.

En semanas pasadas escuché diversas charlas sobre urbanismo del arquitecto Duany, incluyendo la que nos brindó en la Facultad de Arquitectura, además de conversaciones privadas. Como cuenta, el nuevo urbanismo es una adaptación del urbanismo europeo, especialmente aquel de hace muchos siglos, cuando el transporte personal era "sobre los propios pies del cliente". Hace énfasis en lo equivocado del sistema estadounidense de diseñar para el automóvil, ya que todo está alejado de las viviendas, por lo cual hay que desplazarse por carreteras, generalmente autopistas en interminable expansión, modelo que ya ha colapsado. Según la revista del Instituto Americano de Arquitectos, hay 410 puntos críticos, sin aparente solución. Andrés nos comenta, exagerando un poco, que para tomarse un café en Estados Unidos "es necesario tener un carro".

En cambio, una aldea europea con contados habitantes, parece cualquier rincón dinámico de una ciudad, por el constante movimiento peatonal de sus habitantes. Igual sucede con el Casco Viejo, que todos disputamos por sus espacios públicos, donde caminando encontramos de todo, lugares para conocerse, enamorarse e integrarse.Los esquemas que para la isla ha preparado el grupo de Duany, integrado por expertos de su oficina y profesionales panameños de calidad, han demostrado su acertada orientación para integrar al pueblo existente, con el variado desarrollo de arquitectura vernácula que invita a caminar por hermosas veredas, en intervención respetuosa de lo existente.Como nadie es profeta en su tierra, la visita de Andrés Duany ha servido para reafirmar las ideas que un grupo de arquitectos panameños hemos venido pregonando desde hace décadas, evitando segregar las variadas actividades que la comunidad realiza, como habitar, estudiar, trabajar, comprar, distraerse. Diseñar para "don Peatón", no para el automóvil.

Hace unos 20 años, arquitectos preocupados por estos temas celebramos un foro sobre "modelos de desarrollo urbano", cuyas conclusiones sobre mezcla de usos para evitar traslados innecesarios, enviamos a las autoridades de entonces, sin despertar interés. Es cierto que la Carta de Atenas abogó por la separación de las actividades, pero en los años ochenta un grupo de arquitectos y urbanistas de nivel internacional produjo lo que se conoció como "La declaración de Machu Picchu", abogando por reunir nuevamente actividades que habían crecido separadas.Felicito al grupo Eleta por su iniciativa, y muy especialmente a Andrés Duany, por atreverse a señalarnos los graves errores que estamos cometiendo. En 1993 él creó en EU el Congreso Nuevo Urbanismo, que señala el camino que debemos seguir los arquitectos que defendemos esa visión. Ya en el movimiento "Alianza Pro Ciudad" aprobamos unirnos a esa iniciativa y prepararemos nuestras reglas de diseño para mejorar el entorno. Igual propondremos en la Comisión de Urbanismo de la Asociación Panameña de Ingenieros y Arquitectos (SPIA). No defraudaremos a la comunidad que ya nos apoya.

El autor es arquitecto y asesor en bienes raíces