El Cóporo
Miércoles, 25 de Abril de 2007
CORREO
Desde 2002 se comenzaron a ejercer recursos; en 2006 se realizaron excavaciones que deterioraron la zona
LEÓN
La zona arqueológica de El Cóporo, en Ocampo, sí fue descuidada por los investigadores puesto que desde 2002 se comenzaron a destinar recursos para ese lugar y las excavaciones que generaron las afectaciones ocurrieron en 2006.
Lo anterior fue afirmado por Pedro Pérez Villa, ciudadano de Ocampo que denunció la destrucción de una parte de la zona prehispánica y quien insiste que hay responsabilidad de funcionarios por destrucción de vestigios en ese lugar.
Luego de que la delegada del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Guillermina Gutiérrez Lara refiriera que la información, producto de una denuncia realizada por Pérez Villa a diversas instancias entre ellas a la misma delegación de esa dependencia, al gobierno de Guanajuato, Congreso del estado, Conaculta, Auditoría Superior de la Federación y a varios medios de comunicación, estaba fuera de contexto, el ciudadano atajó.
"No creo que esté fuera de contexto porque estoy hablando sólo de la destrucción de El Cóporo y no de otras zonas arqueológicas, además de que está el sustento de que en el sitio se comenzaron a ejercer recursos desde el año 2002 y en el 2006, según dicho de la funcionaria, se realizaron los trabajos, por lo tanto, no existió vigilancia de la zona".
Además dice que tanto la funcionaria federal como el coordinador del proyecto Carlos Alberto Padilla, caen en una contradicción sobre que introdujeron maquinaria pesada o no, pero acota que "la ley es muy clara, expresa que no se puede introducir maquinaria, no expresa si pesada o arados, a los sitios arqueológicos, ahí hay una violación ya a la ley".
Entrevistado vía telefónica la tarde de este martes, Pérez Villa expresó también su molestia porque "así hubieran sido los trabajos hace un año o dos, el lugar ya era un sitio arqueológico con recursos desde el 2002, así que, ¿hubo o no descuido en la zona?, porque entonces, si en el 2002 ya estaba ubicado, en el 2006 se hacen los trabajos, ¿por qué hasta éste año se vuelve a cerrar?", cuestiona.
Un obrero me comentó que le dijeron a Torreblanca lo que habían encontrado, pero no se arriesgó a más porque los ejidatarios le dijeron que le hiciera como quisiera y pues, no se quiso arriesgar".
Pérez Villa insiste que hubo negligencia que debe ser atendida por las autoridades e insiste, "ya les envié los expedientes que ellos mismos entregaron a las unidades de Acceso a la Información Pública, yo no miento, en todo caso, sus informes estarían incorrectos porque no estoy inventando nada, lo que tengo, es lo que me entregaron de acceso a la información pública".
Es de señalar que parte del valle de El Cóporo donde se realizan los trabajos para evitar la erosión, es parte del ejido, pero según el arqueólogo Carlos Alberto Torreblanca, la Procuraduría Agraria ya corrió con los procedimientos legales para realizar los convenios con los ejidatarios a fin de que la totalidad de las 30 hectáreas, incluso donde todavía hasta el domingo pasado se encontraban a flor de tierra vestigios prehispánicos, pasen a formar parte del proyecto integral.
UN POCO DE HISTORIA
El sitio arqueológico El Cóporo es uno de los cuatro proyectos de rescate en los que se invierten recursos de los tres niveles de gobierno.
En Guanajuato hay mil 400 zonas arqueológicas de las que 25 están consideradas con estructuras mayores pero sólo en éste lugar en Ocampo junto con Peralta en Abasolo, Cañada de la Virgen en San Miguel de Allende y Plazuelas en Pénjamo, se realiza de manera intensiva el trabajo de recuperación.
El Cóporo es un proyecto en el que se trata de rescatar el patrimonio cultural arqueológico que se encuentra en la parte del norte de Guanajuato, donde no se habrían realizado trabajos desde hace más de una década.
Los antecedentes son en los años 60 cuando se hicieron las primeras exploraciones y es en el 2002 cuando se inicia el rescate de la zona arqueológica con objetivo de abrir al público. Ahí se asentaron las culturas del norte del estado al interior de los valles que dan a la planicie central y se han encontrado rasgos culturales similares a las que hay en San Luis Potosí, Jalisco y Zacatecas que conforman parte de una cultura llamada "El Gran Tunal".
Tanto la cerámica como las estructuras que se han descubierto, atestiguan que se comparte parte de esa tradición. Los fechamientos de carbono-14 que se han realizado hasta el momento, revelan que la cultura data de los años 500 a 900 después de Cristo, pero hay etapas más tempranas que el proceso de investigación no ha logrado identificarlas porque aún falta la etapa de investigación que podría revelar un asentamiento de los años 200.
El Cóporo se conforma de unas pequeñas aldeas que se asentaron en un cerro y las excavaciones han permitido identificar grandes conjuntos arquitectónicos, plazas, escalinatas, palacios, un salón de columnas y un centro ceremonial.
La tradición cultural que se ha encontrado formaba parte de la llamada Gran Región de Centroamérica que se extiende para esos años al norte de Guanajuato. Con información del libro Zonas Arqueológicas de Guanajuato, editado por el Instituto Estatal de la Cultura.
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