viernes, 2 de febrero de 2007

México, D. F., 12 de enero de 2007

Lic. Juan Manuel Oliva Ramírez
Gobernador Constitucional del Estado de Guanajuato

Lic. Alfonso de Maria y Campos
Director del Instituto Nacional de
Antropología e Historia

Lic. Luis Alberto Villarreal García
Senador por el Estado de Guanajuato

Lic. Jesús Correa Ramírez
Presidente Municipal de San
Miguel de Allende, Guanajuato

C. Regidores del H. Ayuntamiento
de San Miguel de Allende, Guanajuato

A la opinión pública


P R E S E N T E

En sesión ordinaria del 12 de enero de 2007, el Colegio de Investigadores del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México, acordó hacer pública su enorme preocupación ante el constante deterioro y embate destructivo que sufre la población de San Miguel de Allende, Guanajuato, en su urbanística, monumentos histórico-artísticos y tradiciones culturales. De unos años a la fecha, el desmedido crecimiento habitacional de la ciudad -en aras de su conversión a una población más “moderna”- se ha traducido en graves problemas de deterioro urbano, contaminación ambiental y certera agresión a la fisonomía que la ha caracterizado y convertido en una de las poblaciones virreinales más ricas y completas del país.

Con el pretexto de remodelar las banquetas de algunas calles del centro histórico se ha procedido a retirar las tradicionales canteras, conocidas popularmente como “sanmiguelitas”. Si en dicha remodelación las canteras originales no son repuestas y se sustituyen con otros materiales ajenos a la tradición estética de la localidad se ocasionará una grave pérdida de la fisonomía original y los valores estéticos de San Miguel de Allende.

Las constantes modificaciones al uso de suelo en la ciudad han creado, por una parte, la distorsión de la arquitectura civil, y una terrible contaminación ambiental en perjuicio del entorno urbano y sus valores. Cualquier cambio en el uso de suelo debe ceñirse a una regulación coherente que contemple estudios urbanos, viales, ambientales y de servicios, para garantizar una armonía en las nuevas construcciones, con el objeto de no afectar al ya de por si mermado contexto urbano de la localidad.

Nos manifestamos por la defensa total e irrestricta del Jardín Botánico, denominado “El Charco del Ingenio. A. C.”, reserva natural de primerísimo orden en el Municipio. A este sitio natural llegan numerosísimas aves migratorias cada año y el sitio es reserva ejemplar de cactáceas, flora y fauna de la región. El Charco del Ingenio se está viendo afectado por la desmedida construcción de casas habitación de lujo en sus derredores, las cuales no respetan alturas, y sus exteriores y volúmenes son altamente agresivos al entorno natural.

La desproporcionada construcción de enormes conjuntos habitacionales de lujo, (condos), si bien se sitúan fuera de la zona monumental, afectan irremediablemente las visuales de calles, plazas y monumentos del centro histórico. La saturación urbana -inmobiliaria y comercial-, que sufre hoy día la ciudad de San Miguel de Allende, conduce al deterioro total, con la consecuente pérdida de los valores históricos, culturales, artísticos y tradicionales, en esa población del Bajío mexicano.

Es urgente la regulación razonada del tráfico vehicular en el centro histórico de la población, así como la creación de una normatividad sensible (en la que participen autoridades y población) para regular los nuevos establecimientos comerciales dentro de la zona monumental. El tráfico pesado y, de un tiempo a la fecha, multitud de “cuatrimotos”, circulan sobre los empedrados y las banquetas tradicionales, lo que produce un constante deterioro de las calles del centro histórico. Las calles de la zona monumental están siempre en obra, con el consiguiente cambio de la fisonomía tradicional.

En fechas recientes se ha promovido una “fiesta” nueva, ajena a la tradición local, conocida como “la sanmiguelada”, que reúne a multitud de jóvenes alcoholizados durante un fin de semana. Las calles de la ciudad se convierten esos días en un bar ambulante con los consiguientes problemas de deterioro en los monumentos y la urbanística.

Por todo lo anterior exhortamos a las autoridades competentes y a la población al apego y cumplimiento irrestricto del Artículo 115 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos para evitar la total destrucción de un legado histórico, urbano, artístico y cultural que, recordemos, estamos todos obligados a preservar para las siguientes generaciones.



Atentamente

Colegio de Investigadores del Instituto
de Investigaciones Estéticas de la UNAM

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