REFORMA
Felipe Díaz Garza
28 Feb. 09
Igual que lo hicieron algunos de sus antecesores, más que incluido el inmediato, el presidente Calderón ha encontrado propicio aventar la pelota pa'tras para quitarse responsabilidades o culpas, jugada que es inaceptable e inútil en cualquier situación, deportiva, política o médica. Le escribo lo de médica porque, entrevistado el jueves por la televisión saltillense, el mandatario mexicano evitó señalar si el gobierno de Vicente Fox fue omiso en el combate a la delincuencia, mas dijo que él encontró "un problema muy serio".
"Haga de cuenta que yo llegué a la Presidencia y -permítaseme la metáfora- y como si fuera un médico al que le dice el paciente: 'oiga, me duele mucho el abdomen'. Y sabíamos que dolía mucho el abdomen... Sabíamos de extorsiones, de presiones, secuestros, levantamientos... los primeros decapitados aparecieron en 2005... Dolía el abdomen, y al abrir, lo que se pensaba que era una apendicitis, la verdad es que era un cáncer que había invadido una buena parte. Y lo que hay que hacer es extirpar, irradiar y atacar con todo", diagnosticó tardíamente el doctor Presidente.
Si eludió lo de las "omisiones de Fox", a pesar de que fue interrogado reporterilmente, fue porque pocos días antes había mandado a uno de sus enfermeros a ponerle una inyección al ex Presidente. El martes de esta semana, el más reciente ego alterno de Calderón, su enfermero de Gobernación, abiertamente acusó al foxato de omisiones en el neurálgico tema de la seguridad o de la inseguridad, que es hoy nuestro hogar natural. El funcionario propuso que la crisis de seguridad no inició cuando la actual administración decidió tener "una intervención más decidida", sino que los problemas de violencia estaban "soterrados" en la sociedad desde hacía tiempo: "La violencia ya estaba desde hace muchos años, ésta es una acción para contenerla y reprimirla mediante la fuerza de la ley. Esto es absurdo y evidentemente hubo omisiones en el sexenio pasado y ésta es una tarea que nos debe comprometer a todos", pontificó Gómez Mont.
Francamente no le creo a Felipe Calderón su simplista excusa de la apendicitis mal diagnosticada. Si se tratara de cualquier michoacano hijo de vecino que iba pasando por una calle de Uruapan, digamos, y allí unos vecinos le ofrecieron la Presidencia, quizás podría ser creíble su ignorancia de los asuntos de Estado y del estado. Pero Felipe Calderón tenía años pegado a Vicente Fox, al que promovía como la salvación, primero de Guanajuato y luego de México. Fue legislador tres veces, una de ellas en la Asamblea del Distrito Federal, secretario general y presidente del PAN, director de Banobras y secretario de Energía del gobierno de Fox. Es además hijo de un político e ideólogo destacado, Luis Calderón, y amigo, alumno y asociado intelectual de Carlos Castillo Peraza, quizás uno de los más brillantes cerebros de Acción Nacional, que algo ha de haber puesto en la cabeza de su alumno.
Si la historia de este Felipe no fuera suficiente, tan sólo con leer la síntesis informativa que circula diariamente entre los miembros del gabinete presidencial y sus asociados cercanos, que estoy seguro de que mi tocayo Presidente es más lector que eso, y con su acceso a la red presidencial (la de informantes, no la telefónica), el actual Presidente hubiera estado perfectamente enterado de las condiciones reales en que México estaba entre el 2000 y el 2005 y las que imperaban cuando llegó al cambio de poderes del 2006. Si el cáncer de la República lo pescó desprevenido, la culpa es suya por haber diagnosticado, tan pobre e irresponsablemente, una apendicitis. De ser cierto, el diagnóstico equivocado nos demuestra claramente que los equivocados fuimos los electores al ponernos en manos de este cirujano moreliano.
Lo que es mucho más probable es que, a la hora del diagnóstico, que debió hacer concienzudamente antes de proponerse como candidato a la Presidencia y, desde luego, antes y después de ceñirse la corona arrebatada a López Obrador, Calderón fue ciego a síntomas y malestares y sordo a los consejos de los buenos doctores. Durante una buena parte de sus poco más de dos años en el oficio fue advertido por muchos indicadores internacionales y por la voz de muchos expertos de la inminencia de una crisis económica en México, provocada por la desaceleración de la economía norteamericana.
El dominio de la narcodelincuencia sobre la vida nacional ya era evidente y generalizado cuando el secretario de Energía Calderón leía la síntesis y hablaba y oía por la red y, con más razón y evidencia, cuando fue candidato del PAN a la Presidencia. Mas él, ya Presidente, y los suyos sostuvieron sistemáticamente, sin oír segundas opiniones ni mandar a hacer un examen al país enfermo, que la crisis económica en puertas y la delincuencia organizada en la sala, el comedor y la recámara sólo sugerían una "apendicitis" que ni siquiera presentaba el riesgo de convertirse en peritonitis, como sucedió, mucho menos en cáncer. El diagnóstico malo fue suyo, aunque el cáncer estuviera en el organismo nacional por designio divino, como seguramente se excusará pronto este mal doctor, al que nunca debimos consultar cuando al niño, en paz descanse, le subió la calentura.
Correo electrónico: diazgarza@gmail.com
Espacio virtual que se ha convertido en un foro abierto a todos los sanmiguelenses que estén preocupados y ocupados en el futuro ecológico, social, político, económico, arquitectónico y cultural de nuestro Municipio. Envía tus fotos, denuncias, comentarios a: bastayasma@gmail.com
sábado, 28 de febrero de 2009
viernes, 27 de febrero de 2009
Violando los reglamentos la propia autoridad
jueves, 26 de febrero de 2009
Calles de SMA: peligroso patrimonio cultural
América Ortiz /
SAN MIGUEL DE ALLENDE
CORREO
Al menos dos reportes diarios llegan a Cruz Roja de personas solicitando apoyo debido a que se lastimaron cuando tropezaron al ir caminando por las calles de San Miguel de Allende; las condiciones de las aceras y el tipo de piso suelen ser las causas.
Tan sólo en el Hospital General de esta ciudad se atendieron por el área de hospitalización cerca de 900 casos de fracturas, traumatismos y otro tipo de lesiones durante el 2008; aunque esta cifra no es totalmente de personas que al ir caminando por la calle se resbalaron, médicos del nosocomio reconocen que en San Miguel son frecuentes estos casos, por las condiciones de las calles y más porque el suelo se vuelve resbaladizo con el agua con que se asea.
Aún así, la gente en sillas de ruedas, con alguna discapacidad física o de la tercera edad, apoyada en andaderas o un bastón, salen a la calle y tratan de llevar una vida "normal" en esta ciudad Patrimonio de la Humanidad.
San Miguel de Allende, una ciudad recién nombrada Patrimonio Cultural de la Humanidad, recibió esta distinción por lo conservado de su arquitectura y por los pocos cambios físicos que se han generado a través de los años, lo que enmarca una historia que se pueden sentir en cada edificio, en cada, calle y plazas.
Sin embargo, las tradicionales calles pueden ser un peligro, pues están hechas de un tipo de piedra muy resbalosa, sobre todo al contacto con el agua; peor aún, muchas de ellas están inclinadas.
En urgencias de Cruz Roja, en promedio son dos los reportes diarios de personas que van caminando por la calle y tropiezan, o se resbalan y caen, en algunos casos provocando algún tipo de lesión en los huesos o musculares y en otros sólo el esguince.
El epidemiólogo del Hospital General, Oscar Espinola, comentó que tan sólo el año pasado ingresaron al área de hospitalización 303 personas que presentaban una fractura y 606 con traumatismo, lo que resulta ser la tercera causa de ingreso.
Sin embargo mencionó no tener el reporte tan detallado sobre cómo fue que se registró la lesión.
Habitantes que deben salir a la calle en silla de ruedas, con bastón o con andadera, reconocen que es peligroso porque las calles están muy "disparejas; antes estaba peor, ahora parece que la medio arreglaron", expresó una mujer de la tercera edad cuando bajaba por una rampa para discapacitados, que se construyó hace poco tiempo en el parque del Barrio de San Juan de Dios.
Precisamente en días pasados, el regidor Gerardo Arteaga presentó una proyecto de reglamento a favor de personas con discapacidad y de la tercera edad, con el que se pretende obligar a las futuras administraciones municipales a generar obras y acciones para darles equidad y certeza jurídica.
Este reglamento contemplaría crear la infraestructura necesaria para que las personas con algún tipo de discapacidad puedan circular por las calles de la ciudad, así como obligar a que los prestadores de servicios hagan lo mismo en sus establecimientos.
Entre otros lineamientos, también se pretende que el cambio en la infraestructura se aplique en el edificio administrativo de la presidencia municipal; además. hacer que en todos los trámites que se hacen ante el gobierno municipal se maneje el lenguaje braile y audiovisuales.
SAN MIGUEL DE ALLENDE
CORREO
Al menos dos reportes diarios llegan a Cruz Roja de personas solicitando apoyo debido a que se lastimaron cuando tropezaron al ir caminando por las calles de San Miguel de Allende; las condiciones de las aceras y el tipo de piso suelen ser las causas.
Tan sólo en el Hospital General de esta ciudad se atendieron por el área de hospitalización cerca de 900 casos de fracturas, traumatismos y otro tipo de lesiones durante el 2008; aunque esta cifra no es totalmente de personas que al ir caminando por la calle se resbalaron, médicos del nosocomio reconocen que en San Miguel son frecuentes estos casos, por las condiciones de las calles y más porque el suelo se vuelve resbaladizo con el agua con que se asea.
Aún así, la gente en sillas de ruedas, con alguna discapacidad física o de la tercera edad, apoyada en andaderas o un bastón, salen a la calle y tratan de llevar una vida "normal" en esta ciudad Patrimonio de la Humanidad.
San Miguel de Allende, una ciudad recién nombrada Patrimonio Cultural de la Humanidad, recibió esta distinción por lo conservado de su arquitectura y por los pocos cambios físicos que se han generado a través de los años, lo que enmarca una historia que se pueden sentir en cada edificio, en cada, calle y plazas.
Sin embargo, las tradicionales calles pueden ser un peligro, pues están hechas de un tipo de piedra muy resbalosa, sobre todo al contacto con el agua; peor aún, muchas de ellas están inclinadas.
En urgencias de Cruz Roja, en promedio son dos los reportes diarios de personas que van caminando por la calle y tropiezan, o se resbalan y caen, en algunos casos provocando algún tipo de lesión en los huesos o musculares y en otros sólo el esguince.
El epidemiólogo del Hospital General, Oscar Espinola, comentó que tan sólo el año pasado ingresaron al área de hospitalización 303 personas que presentaban una fractura y 606 con traumatismo, lo que resulta ser la tercera causa de ingreso.
Sin embargo mencionó no tener el reporte tan detallado sobre cómo fue que se registró la lesión.
Habitantes que deben salir a la calle en silla de ruedas, con bastón o con andadera, reconocen que es peligroso porque las calles están muy "disparejas; antes estaba peor, ahora parece que la medio arreglaron", expresó una mujer de la tercera edad cuando bajaba por una rampa para discapacitados, que se construyó hace poco tiempo en el parque del Barrio de San Juan de Dios.
Precisamente en días pasados, el regidor Gerardo Arteaga presentó una proyecto de reglamento a favor de personas con discapacidad y de la tercera edad, con el que se pretende obligar a las futuras administraciones municipales a generar obras y acciones para darles equidad y certeza jurídica.
Este reglamento contemplaría crear la infraestructura necesaria para que las personas con algún tipo de discapacidad puedan circular por las calles de la ciudad, así como obligar a que los prestadores de servicios hagan lo mismo en sus establecimientos.
Entre otros lineamientos, también se pretende que el cambio en la infraestructura se aplique en el edificio administrativo de la presidencia municipal; además. hacer que en todos los trámites que se hacen ante el gobierno municipal se maneje el lenguaje braile y audiovisuales.